Esta condición de la klipa proviene de un problema enraizado en el mundo del caos que produjo la ruptura de los recipientes, que las sefirot eran “ramas separadas”. Esto se conoce en Jasidut como “klipat midián” – la cáscara de Midián, que en hebreo significa contienda y riñas.

El segundo punto es que en las klipot hay atributos y características malas, desequilibradas que se presentan en la realidad del hombre como el deseo desenfrenado por el dinero que lo lleva a robar. Y en otros casos, enojos y rencores que lo llevaran a dañar al prójimo, etc. Estas son las consecuencias, el motivo real del problema es la separación y la desintegración. De ahí la conclusión de que la desunión y la controversia son un problema enraizado que produce atributos malos y desequilibrados.

Al corregir la raíz, la separación, se corregirán todas las situaciones problemáticas y desequilibradas. Tratar de corregir las situaciones sin corregir la raíz será difícil porque ella seguirá influyendo y creara malos valores.

Por lo cual debemos entender cómo el caos y la separación son expresados en la conciencia del hombre y que está en nuestro poder corregir esta conciencia y convertirla en una realidad rectificada.

En la realidad de las klipot distinguimos dos temas. El primero es la condición de separación, de disputa, que es lo que separa entre la realidad Divina y la realidad de las klipot. Y según las palabras de Rebe Rashab en el Maamar Hijaltzu al respecto. “como se sabe esta es la diferencia principal entre lo sagrado y “el otro lado”, sitra ájara, que lo sagrado está en un estado de unicidad, y esto es lo principal de la unicidad del Nombre Havaia.

Esta condición de la klipá, la cáscara impura, proviene del problema radical del mundo del caos que produjo la ruptura de los recipientes, que las sefirot eran “ramas separadas”. Esto se conoce en Jasidut como “klipat midián” – la cáscara de Midián, que en hebreo significa contienda y riña.

El segundo tema es que en las klipot hay atributos y características malas, desequilibrados que se presentan en la realidad del hombre como el deseo desenfrenado por el dinero que lo lleva a robar. Y en otros casos, enojos y rencores que lo llevaran a dañar al prójimo, etc. Estas son las consecuencias, el motivo real del problema es la separación y la desintegración. De ahí la conclusión de que la desunión y la controversia son un problema enraizado que produce atributos malos y desequilibrados.

Al corregir la raíz, la separación, se corregirán todas las situaciones problemáticas y desequilibradas. Tratar de corregir las situaciones sin corregir la raíz será difícil porque esta seguirá influyendo y creara malos valores. Por lo cual debemos entender cómo el caos y la separación se expresan en la conciencia del hombre y que está en nuestro poder corregir esta conciencia y convertirla en una realidad rectificada.