“A causa de que en los hospitales y centros médicos puede haber muertos y para recibirse de médico hay que tocar cuerpos o partes de cuerpos de muertos está prohibido que un cohén estudie medicina y se dedique a esa profesión.
Puede dedicarse a otras profesiones dedicadas a la salud pero si trabaja en un centro hospital tiene que pedir que le avisen si hay un muerto para salir de inmediato del lugar.”
Los cohanim tienen el privilegio de ser convocados para la primera aliá para decir la bendición sobre la Torá durante los servicios religiosos. También existe el privilegio de pronunciar la bendición sacerdotal. En Israel y en las sinagogas sefardíes de la diáspora, esta bendición se recita a diario (o semanalmente). En las comunidades Ashkenazi de la Diáspora, se recita en las principales festividades judías.
Sin embargo, todos los privilegios tienen un precio y las restricciones sobre los cohanim son muchas. Muchas de estas restricciones fueron diseñadas para mantener lo que se conoce como pureza ritual, ya que los cohanim formaron una orden sagrada en el Templo de Jerusalén. Después de la destrucción del Segundo Templo en el año 70 EC, muchas de las leyes y prácticas aún se mantienen en el judaísmo tradicional, excepto aquellas que solo podrían seguirse en la presencia real del Templo.
Los cohanim tienen prohibido estar en contacto con cadáveres, participar activamente en un funeral o incluso estar bajo el mismo techo que un cadáver, excepto en el caso de la muerte de un pariente cercano. Esto incluye ingresar a cualquier lugar en el que haya un cadáver, como un cementerio. Un cohen masculino tiene prohibido casarse con una mujer divorciada o convertida. El incumplimiento de las prohibiciones del matrimonio no invalida el matrimonio, pero el cohen pierde su estado mientras esté casado, y su descendencia de esa relación no tiene el estado de un cohen.
