Si recibes buenas noticias de un testigo ocular confiable, y no hace falta decir que si eres testigo del evento tú mismo, si eres el único que se beneficia de las noticias, recitas la berajá
Shehejeianu [Quien nos mantuvo en vida]. Pero si es bueno para ti y para los demás también, dices la berajá
Baruj ata Adon -ai Elokeinu melej haolam hatov vehameitiv , [Bendito seas Tú, Hashem, nuestro Dios, Rey del universo que es bueno y hace el bien]. En otras palabras, Él es bueno contigo y también hace el bien a tu prójimo. Si en el momento en que ve u oye las noticias, no puede pronunciar la berajá, ya sea por su condición física o por el lugar donde se encuentra, entonces puede recitar la berajá más tarde. Esta regla se aplica también a la berajá
Dayan haemet [el Juez verdadero] [que se dice sobre las malas noticias].
Es nuestro deber expresar nuestra bendición a Hashem, bendito sea Su Nombre, incluso en las malas noticias, como está dicho: “Ama a Hashem, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus posesiones”. “Con todo tu corazón” significa con tus dos impulsos internos, con la buena y la mala inclinación. (es decir, incluso cuando estés ocupado en actividades mundanas, debes cumplir el mandato: “Afírmalo en todas tus empresas”. Véase el Capítulo 31 más arriba). “Con toda tu alma” [significa] incluso si Él te quita la vida. “Con todas tus posesiones” significa con todos tus recursos. Otro significado de las palabras
uvechol me’odecha es con cualquier medida
3que Él os imponga, ya sea una medida de bondad o una medida de castigo, expresadle vuestra gratitud. ¿Qué berajá debe decirse? Al escuchar las malas noticias, la berajá dijo:
Baruch ata Adonoy Elokeinu melej ha’olam dayan ha’emes , [Bendito seas Tú, Hashem, nuestro Dios, Rey del universo, el verdadero Juez]. Si se reciben muchas noticias al mismo tiempo, sean buenas o malas, una berajá es suficiente para todas. La bendición por la adversidad debe expresarse en un espíritu de aceptación incondicional, como se hace cuando llegan las buenas noticias, como se dice: “La bondad y el juicio cantaré, a Ti, Hashem, cantaré”.
4Si me concedes bondad, cantaré, y si me juzgas, cantaré igualmente. Porque también un destino malo para el verdadero siervo de Dios es una fuente de alegría y un favor, ya que [el creyente] acepta de buena gana todo lo que Dios ha decretado, firmemente convencido de que su sufrimiento es una expiación de sus pecados. Por lo tanto, al aceptar esta desgracia, está, de hecho, sirviendo a Dios, y servir a Dios es una fuente de alegría para él.
Si se trata de un simple teléfono móvil, no recitamos la
Brajá Shehejeianu ya que la alegría sentida aún no inunda el corazón.
Sin embargo, si se trata de un dispositivo con un valor de más de varios cientos de dólares y siente una gran alegría profunda, uno debe actuar de la siguiente manera:
Según los sefardíes
No es habitual recitar la
Brajá Shehejeianu por la compra de un nuevo objeto de valor significativo.
Sin embargo:
- Es bueno recitarlo sin pronunciar los nombres de Hashem [Ado-nai y Elo-henu].
- Es bueno pensar en ello durante la recitación de Shehejeianu recitado durante las festividades.
Véase: Kaf Hajaim, capítulo 223, pasaje 20, Ben Ish Jai, Año 1, Parashat Reé, Halajá 5, Yalkut Iosef, volumen 3 [edición 5751 y 5764], página 595.
Según los asquenazíes
No es habitual recitar
Shehejeianu aunque sea un dispositivo de gran valor. Véase Rav Shlomo Zalman Auerbach en Halijot Shlomo-Hiljot Tefila, capítulo 23, Halajá 15 y nota 23 y Piské Teshuvot, capítulo 223, pasaje 6.
Según algunos, si al comprar el dispositivo, uno siente una alegría realmente intensa y desea recitar
Shehejeianu, esto es posible. Véase Shuljan Aruj, capítulo 223, Halaja 6 y Vézot Habraja, capítulo 18, página 166.
Según todas las opiniones: si el teléfono permite el acceso a Internet de una manera que no cumple con la
Halajá, ¡no recitamos la
Brajá Shehejeianu!
Kitzur Shuljan Aruj Harav- Capítulo 59
Kaf Hajaim, capítulo 223, pasaje 20
Halijot Shlomo-Hiljot Tefila, capítulo 23, Halajá 15 y nota 23
Piské Teshuvot, capítulo 223, pasaje 6.
