El Rebe afirmó que las vacunas son importantes y hay que hacer lo que determina la autoridad sanitaria del país y lo que hace la mayoría de la comunidad.
El virus COVID-19 que comenzó como un brote localizado en el centro de China se ha convertido rápidamente en una pandemia global, paralizando el mundo y redefiniendo la vida “normal”.
El rabino Yisroel Baal Shem Tov , el fundador del jasidismo , enseñó que cada acontecimiento en el universo, incluso uno negativo, puede y debe proporcionarnos lecciones productivas.
A medida que continuamos siguiendo las pautas de salud y oramos por la recuperación de los infectados, aquí hay algunas cosas alentadoras que hemos aprendido de esta crisis global:
El virus es ciego a las diferencias culturales e ideológicas, infectando a personas de todas las razas, religiones y edades. De muchas maneras, el mundo se ha vuelto más unido, compartiendo la misma vulnerabilidad. Nuestros sabios dicen que esto sucede una vez al año en Rosh Hashaná cuando “toda la gente del mundo” pasa ante Di-s en juicio. 1 Nos recuerda que a pesar de nuestras diferencias, somos una sola humanidad bajo Di-s.
Los científicos todavía están examinando la naturaleza de esta nueva enfermedad, pero está claro que se propaga a través del contacto cercano. No debemos olvidar que el amor también se transmite de persona a persona (incluso a una distancia de seis pies). El rey Salomón habló del impacto que podemos tener unos sobre otros: “Como en el agua, cara a cara, así es el corazón de un hombre a un hombre”. 2
Los esfuerzos para detener la propagación de la enfermedad nos han arrojado a aguas desconocidas. Las restricciones recién impuestas, la devastación económica y el miedo a infectarnos nos han dejado ansiosos e inseguros. Pero, como dijo el filósofo suizo Henri Frederic Amiel, “la incertidumbre es el refugio de la esperanza”. En la oración, tenemos la capacidad de conectarnos con el Ser Supremo en quien encontramos consuelo y consuelo, fortaleciendo nuestra esperanza y resolución. La oración afirma que el Creador está presente, todo lo ve y se preocupa por cada uno de nosotros.
Te diría que lo único que debemos hacer es creer más. Creemos en nosotros mismos, creemos en nuestros seres queridos, creemos en nuestras comunidades y creemos en Di-s. Esta creencia es lo que crea el recipiente en el que Di-s puede verter Su sanidad, Su fe y Su sustento. ¡Solo tenemos que probarlo!
- En primer lugar, cabe señalar que ciertas afirmaciones sobre la vacuna son fantasía de algunos y son fruto de su imaginación expresando deseos inconscientes, y en ocasiones, conscientes. Usted está cuerdo, es brillante e inteligente, no hay necesidad de comentar más.
- En la actualidad, Rav Jaim Kaniewski, Rav Asher Weïss, Rav Guershon Edelsteïn, Rav Avraham Elimélekh Firer, Rav Shalom Cohen, los dos Grandes Rabinos de Israel y el Gran Rabino de Francia acuerdan alentar a la vacunación [lista no exhaustiva].
- Esto es suficiente para conocer el procedimiento a seguir.
- Antes de cualquier tratamiento médico y antes de cualquier medicación, se debe recitar una oración. Ver Shuljan Aruj- Oraj Jaim, capítulo 230, Halaja 4, Mishna Brura, pasaje 6 y Pisské Teshuvot, capítulo 230, pasaje 4:
“Yéhi Ratson Miléfanékha Hashem Elokay, Shéyéhé ‘Essèk Zé Li Lirefua Ki Rofé Jinam Ata”.
Traducción: Sea Tu voluntad, Dios mío, Hashem, el médico que no necesita ni salario ni sustancias [medicinales], mas que protegerme y que esta atención sea beneficiosa.
- El valor numérico [385] de Shejina [שכינה] es el mismo que el de Rofé Jinam [רופא חנם]. Si mientras nos cuidamos, invertimos en la confianza de que Hashem PUEDE TODO y que nuestra vida debe DEDICARSE A ÉL, no hay nada que temer y según algunos de nuestros maestros, todo cuidado ya no es necesario.
Véase Shiuré Braja [Jida], final del párrafo 4 sobre Shuljan Aruj – Oraj ‘Jaim, capítulo 230 y Nishmat Avraham, edición de 2007, capítulo 230, página 179, pasaje 2.
- No hace falta decir que todo el mundo tiene el deber de consultar a su médico antes de actuar.
Estamos a su disposición, Bé’ézrat Hashem, para cualquier otra pregunta.
Que Dios te proteja y te bendiga.