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¿Qué significa el proceso de hagalá?

Nombre del rabino: Rabino Jaim Frim

¿Qué significa el proceso de hagalá y como es?
Cuando tenemos utensillos que han sido utilizados en alimentos que no son kosher o que los queremos utilizar para pesaj debemos kasherizarlos.
Esto es así porque los utensilios que usamos al cocinar o la vajilla donde servimos el alimento absorben el material con el cual fueron usados. Si se quieren usar nuevamente deben pasar por un proceso conocido como “kasherización” donde a través del fuego y el calor se purifican y desechan todo el material que absorbieron previamente. Este proceso es mencionado en la Torá (Números 31:22) y detallado en la Guemará; tiene una serie de requerimientos y procesos que explicaremos a continuación.
Lo primero que uno debe pensar antes de kasherizar su cocina o determinado objeto es el tipo de utensilio que tiene frente a sí. Hay objetos que pueden ser kasherizados y objetos que no, depende principalmente del material con el que fue construido, su forma física y la manera en que fue elaborado, si es de una sola pieza o fue ensamblado.
Los materiales que no pueden ser kasherizados son: cualquier tipo de cerámica o barro cocido, eso incluye porcelana, arcilla y enamel; vidrio, cualquier material que se derive de este o que lo use como recubrimiento; plástico y cualquier material sintético como el teflón. En cuanto al metal, la madera, el hule, la tela y cualquier piedra no porosa como el mármol pueden ser kasherizados si cumplen con los demás requerimientos.
Para que el proceso de kasherización sea válido uno debe poder limpiar extensivamente toda la superficie del objeto, por ello objetos porosos, con ranuras o cuellos tubulares angostos que imposibilitan el acceso a ciertas áreas del objeto no pueden ser kasherizados. Por ejemplo, un colador, una esponja, un cepillo o utensilios de dos piezas donde uno no puede acceder a la superficie donde están unidas, por ejemplo entre el mango de un cuchillo y la hoja, no pueden ser kasherizadas. Lo mismo sucede con artefactos de varias piezas que hayan sido pegados, no pueden ser kasherizados.
En la primer etapa uno debe de limpiar todos los utensilios a kasherizar, debe quitar cualquier resto ajeno al material, como signos de oxidación, grasa, comida, suciedad, depósitos de calcio y cualquier otro elemento sobrepuesto en la superficie. Si el artefacto tiene dientes debe de limpiarse cada uno cuidadosamente. Después de este paso se deben dejar reposar 24 horas antes de iniciar el proceso de purificación.
Esta es la etapa central del proceso, es donde finalmente los utensilios terminan soltando cualquier resto del material absorbido que quede en ellos. La purificación se llevará a cabo sometiendo los utensilios al mismo proceso bajo el cual absorbieron el material indeseado. Funciona bajo el principio de que aquello que fue absorbido en determinada manera también puede ser expulsado bajo las mismas condiciones. Por ejemplo, una olla que fe usada para hervir pollo, será purificada a través de agua hirviendo; un sartén que fue usado para asar carne en el será puesto al rojo vivo.
A la primera forma de purificación, aquella que se hace con agua hirviendo, se le llama “hagalá” se usa con objetos pequeños como ollas, recipientes o cubiertos y materiales que resistan el agua hiviendo como madera, metal, piedra o hueso. Si el objeto se desbarata al entrar en contacto con el agua hirviendo, no puede ser kasherizado, así mismo si tiene ranuras sumamente profundas que no pueden ser limpiadas correctamente y que el agua no las puede alcanzar. La forma correcta de llevar a cabo este proceso es la siguiente.
La olla donde se va a hervir el utensilio y el objeto mismo, deben haber sido limpiados 24 horas antes y en ese tiempo no debieron de haber estado en contacto con ninguna sustancia, ni alimento. Se llena de agua y se lleva al punto de ebullición; el agua debe hervir con fuego alto y producir numerosas burbujas rápidas y grandes. Una vez que está en ese estado, se sumerge el objeto a purificar. Uno debe asegurarse que el agua cubra por completo toda la superficie del objeto, de cada una de sus partes. Por eso cada objeto debe ser purificado individualmente, no podemos poner numerosos objetos dentro de la misma olla. Después de un tiempo aproximado a 20 segundos se saca el objeto del agua y se enjuaga en agua fría. Si el objeto es tan grande que no cabe dentro de la olla este proceso se puede hacer por partes, sumergiendo un lado del objeto en el agua hirviendo 20 segundos, volteándolo con pinzas y sumergiendo el mismo tiempo el lado faltante.
Si se trata de una olla o recipiente aún más grande, que no pueda ser puesta sobre otra olla por su tamaño también se usa agua hirviendo para purificarla, pero se hace a través de un proceso distinto. Primero se llena la olla con agua hasta el tope, después de haber sido limpiada y reposado 24 horas. Se calienta una piedra grande o un pedazo de metal al rojo vivo. Con unas pinzas se mete el pedazo de metal y de carbón de tal manera que el agua hirviendo se derrame de la olla.

La guemará (Pesajim 76b) dice que uno no debe comer pescado asado junto con carne debido al peligro de lepra. El Shulján Aruj (Ioré Deá 116:2) codifica esto con respecto a comer carne y pescado juntos y El Rama agrega que no se debe asar la carne junto con el pescado debido a la reija (el aroma) pero dice que si esto ya se hizo la comida no está prohibida.
Tu caso parece ser como el de Rama la idea detrás de su compromiso es la siguiente: en el contexto de asar alimentos kosher y no kosher juntos (Ioré Deá 108:1) y hornear pan cerca de la carne con la intención de comer el pan con leche (ibid. 97:3) decimos que asar cosas cerca unas de otras facilitan solo transferencia de sabor menor (reija) entre los alimentos. Si bien se deben evitar estas situaciones los alimentos no se vuelven prohibidos sin un contacto más directo incluso al cocinarlos en la misma olla cuando el proceso produce zeiah (vapor de agua significativo) en el horno o cuando los alimentos se tocansi bien se debe evitar incluso asar carne y pescado juntos en un horno está bien si uno de ellos se cubre razonablemente bien (Shulján Aruj YD 108:1).
Incluso en su caso hay lugar para la indulgencia como explicaremos El Maharshal (Julin 7:15) permite asar carne y pescado juntos en un horno al menos en un horno relativamente grande (como la mayoría de los nuestros). Afirma basado en el Rambam (Maajalot Asurot 9:23) que la prohibición se refiere a cocinar los dos juntos en una olla mientras que en un horno no hay peligro; El Taz (116:2-3) cita al Maharshal pero se basa en su indulgencia solo con respecto al pan horneado en el mismo horno con carne para comer con pescado (no pescado y carne juntos); El Shaj (YD 116:1) también cita la indulgencia del Maharshal con respecto a nuestro caso aparentemente incluso en un pequeño horno. Por otro lado también cita una opinión de que está prohibido incluso bedieved (después del hecho) sin favorecer claramente una opinión hay un tema acordado con respecto a la carne y el pescado que es más indulgente que con respecto a las prohibiciones “religiosas” estándar: uno puede usar los mismos utensilios para la carne y el pescado (Taz 116: 2) es decir en otras palabras no en todos los casos de transferencia se considera que hay peligro. Por otro lado hay opiniones de que somos más estrictos con la carne y el pescado que con las prohibiciones estándar basados en la regla de que “el peligro es más severo que las prohibiciones”. Véase Pitjei Teshuvá (YD 116:3) que cita varias opiniones sobre si aplicar la regla de anulación por 1 en 60 en este contexto.
En cuanto a la conveniencia de seguir la opinión indulgente parece que tenemos que decidir con qué severidad se debe considerar la preocupación por el peligro por un lado ¿hay un problema de una ley de la Torá? Rav Kook (Da’at Cohen 55) escribe que la prohibición de infligirse a uno mismo un peligro que no ponga en peligro la vida es sólo rabínica. Rav Ovadia Yosef (Yabia Omer I YD 8) dice que si bien la Torá prohíbe dañarse a uno mismo solo está prohibido rabínicamente comer carne y pescado ya que solo crea la posibilidad de un percance ambos ven el estatus rabínico como una razón para legislar con indulgencia (cada uno en su propio contexto) y además muchos notan que el Rambam (el famoso rabino/médico) aparentemente ignoró esta halajá. El Maguen Avraham (173:1) ve esto como apoyo a su sugerencia de que el peligro no prevalece en nuestros tiempos y lugares y El Jatam Sofer (II 101) plantea una posibilidad adicional de que se aplica solo a una especie específica de pescado. (Hay una opinión rechazada de que no se aplica a las aves – ver Pitjei Teshuvá YD 116:2). Si bien pocos van tan lejos como para ignorar la idea de no mezclar carne y pescado muchos poskim tienen en cuenta estas opiniones cuando buscan indulgencia en áreas grises. Por lo tanto si bien es halájicamente más seguro no asar carne y pescado sin tapar en el mismo horno parece razonable hacerlo en un horno normal y grande cuando sea necesario.

Fuentes

Shulján Aruj Ioré Deá 116:2.

Shulján Aruj YD 108:1.

El Jatam Sofer II 101.