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categoría:  Ciclo de la Vida

¿Qué lo hace tan especial al nacimiento?

Nombre del rabino: Rabino Jaim Frim

¿Qué lo hace tan especial al nacimiento?

No hay mayor bendición que la capacidad de dar a luz, pues es la única oportunidad que tenemos de crear realmente, y de crear algo a partir de nuestra propia carne y sangre. Pasamos la vida meramente reformando cosas. Invertimos dinero para hacer más dinero. Tomamos palabras que ya existen, las reordenamos, y producimos una pieza literaria. Tomamos material en bruto y le damos forma haciendo algo más refinado, más útil, más valioso.

Pero el nacimiento no es apenas remodelar una forma de materia en otra. Es un acto enteramente misterioso, la creación física de algo a partir de la nada. No importa lo tecnológicamente avanzados que lleguemos a ser, los hombres y mujeres más inteligentes entre nosotros nunca podrán reproducir el misterio del nacimiento. Y como el nuevo niño algún día tendrá el poder de tener hijos propios, el nacimiento también nos da acceso al infinito, a la eternidad.

Tener hijos, en consecuencia, es nuestra única oportunidad de actuar realmente como Di-s, como un genuino creador. Y de tocar la eternidad. La próxima vez que veáis un recién nacido, observad a sus padres. Ved cómo no pueden evitar sentir una emoción inconmensurable, experimentar un sentimiento de amor profundo, un sentimiento de perplejidad de que hayan podido crear algo tan maravilloso. Un padre reciente comprende que de inmediato la vida se trata de mucho más que de nuestro estrecho mundo de vanidad. De pronto, las cosas que nos dan tanto orgullo (el dinero que hemos acumulado, las empresas que hemos construido) palidecen en comparación con este logro simple y asombroso.

¿Por qué entonces no retenemos este sentimiento a lo largo de nuestras vidas? Porque continuamente nos distrae la lucha diaria por sobrevivir. No nos hacemos el tiempo para apreciar los constantes milagros de la vida, de los cuales el nacimiento es sólo el primero. Cada vez que un amigo o pariente tiene un bebé, deberíamos reconocer el nacimiento como un acontecimiento personal.

La Torá, siendo un reflejo de la voluntad y sabiduría infinitas de Di-s , también contiene un número infinito de interpretaciones. Hay muchas referencias en nuestra tradición a diferentes sistemas, niveles y “caras” de interpretación, cada una válida dentro de su propio marco de referencia. De este modo, se puede percibir un tema determinado y verlo recorrer su camino a través de toda la Torá.

Uno de los temas que aparecen en muchos niveles diferentes en la Torá es el proceso de nacimiento, ya sea del universo, de un individuo o del pueblo judío. Una hermosa alusión a esta idea se encuentra cuando se permuta las letras hebreas de la palabra Torá ( tav , vav , reish , heh), se forma la palabra ” v’tahar”, que significa “convertirse en embarazada.”

La creación del cosmos se puede ver en el contexto alegórico de Di-s dando a luz al mundo. Según la Cabalá, el requisito previo para la creación era el acto primordial de tzimtzum o “contracción”. Esta acción se refleja en la realidad física de una mujer que hace lugar dentro de sí misma para que entre la semilla y el feto crezca y se nutra. Antes del nacimiento real, una mujer pasa por un período de dolores de parto y la rotura de la bolsa de agua que contiene los fluidos amnióticos que dan vida.

En la creación, esto corresponde a la “ruptura de las vasijas” primordial, que ocurrió cuando el flujo inicial de luz fue demasiado grande para las “vasijas todavía inmaduras” de la creación. La “ruptura de las vasijas” terminó con el mundo de tohu , o “caos”, allanando así el camino para nuestro actual estado de realidad al que se hace referencia en la Cabalá como olam hatikun , el “mundo de la fijación”. En el escenario del nacimiento, la “rotura de los vasos” se refiere a los dolores de parto y la rotura de la bolsa de agua, que son etapas necesarias en el nacimiento real del niño.

La dinámica de la creación Divina, reflejada en el acto íntimo y el proceso de los seres humanos creando nueva vida, conecta el alma con su fuente en Di-s, revelando así de una manera muy profunda la comprensión y realización del hombre siendo creado “en la imagen. y semejanza de Di-s”.

Fuentes