En general, cuanto te preguntan qué prefieres si el rigor o la bondad, el amor o el temor, no hay mucha duda: la bondad y el amor. Uno pasó con felicidad la semana de la cuenta de Jesed, y ahora vinieron 7 días de guevurá, Uau!!, que pasen rápido. Pero el Jasidut trae una nueva visión del mundo. Todas las sefirot son importantes, no puede faltar ninguna, y todas son la luz de Hashem con las cuales crea el universo que Él desea. Qué le puede aportar el temor y el poder a la bondad y el amor? Explica el Rebe, trayendo de las fuentes del alma de la Torá, que guevurá es superior a Jesed,. Así está escrito: en el futuro por venir en los tiempos del Mashiaj, de Itzjak se dirá “Porque tú eres nuestro padre”. Itzjak, que es la personalidad de la Torá de la sefirá de rigor y temor, en vez de Abraham, el paradigma de la bondad y el amor. Por qué será?
Guevurá viene después de Jesed, y de esta combinación surge Tigvoret HaJasadim. El fortalecimiento de la benevolencia. Guevurá no es un poder que restringe y castiga, porque cuando está dentro de la dulcificación del Árbol de la Vida rectificado y balanceado, es una fuerza que da vigor y persistencia a la benevolencia. Así, a un hombre de bondad le gusta dar, hacer caridad y dar todo lo que tiene, pero cuando se le acaba lo que tiene, no puede seguir. En cambio, un jasid verdadero, alguien que no es benévolo y caritativo, ish jesed, sino también aguerrido y testarudo, cuando se le acaba lo que tiene para dar busca la manera de seguir y seguir. Porque es una fuerza más profunda que sale de la esencia del alma, la locura sagrada que viene de la cabeza incognoscible, el interior de Atik, la Esencia de Dios, una fuerza de amor que no tiene fin. Entonces sí, podemos entrar a Tiferet, y disfrutar de la belleza en todas sus formas.