El consenso científico parece estar de acuerdo con sus premisas básicas. Sin embargo carecemos de la experiencia para confirmar o rechazar la imagen definitiva que pinta sobre el alcance del peligro y las formas más efectivas de actuar. Por esta razón muchos rabinos se sienten incómodos al hablar de esto. Debido a que estamos de acuerdo en que esperar hasta que todos los hechos estén totalmente claros puede condenarnos le respondemos de manera resumida y teórica para hacer nuestra parte para avanzar en el diálogo dentro de la comunidad judía.
Pocos si es que alguno de nosotros puede tener un impacto significativo en la ecología mundial. Así cuando cada uno de nosotros decide sobre la dieta el asunto puede equipararse a la siguiente situación. Una persona tiene una condición médica grave. Puede disminuir las posibilidades de tragedia en una pequeña cantidad si se somete a un tratamiento difícil. Si bien puede ser prudente que él dé los pasos no está obligado halájicamente a hacerlo. De lo contrario cualquier persona con una enfermedad grave tendría que gastar todo su dinero para contratar al experto más grande (más caro) en el campo para curarlo (como ha argumentado nuestro Rebe no es así). A nivel nacional judío si el mundo siguiera nuestro ejemplo podríamos tener la obligación nacional de hacer una diferencia significativa pero no creemos que este sea el caso actualmente. Sin embargo todavía sentimos que es noble tratar de avanzar en las preocupaciones ecológicas en la línea de las palabras de los rabinos: “No te corresponde a ti terminar el trabajo pero tampoco eres libre de estar ocioso”.
Hay varios pasos que podemos tomar para mejorar la situación de los cuales el vegetarianismo/veganismo es solo uno. Estos incluyen: apoyar (cuando no entra en conflicto con preocupaciones más grandes) a los candidatos “ecológicos” para el cargo; gastar dinero en eficiencia de combustible (automóviles eficientes aislamiento de viviendas etc.); invertir en empresas que investigan y desarrollan tecnología respetuosa con el medio ambiente; reducir el consumo de productos animales y combustibles (ajustar el termostato caminar y usar más el transporte público); hable con amigos y/o escriba sobre tales pasos.
Rechazamos la afirmación de que criar ganado es un bal tajshit. Bal tajshit se refiere a actos que son directamente destructivos como romper y cortar sin ganancia positiva (ver Rambam Melajim 6:10). La asignación de recursos para un resultado deseado de una manera menos que ideal o donde hay efectos secundarios no viola la prohibición.
Con respecto a la crueldad hacia los animales aunque no está claro cuáles son los parámetros exactos de las condiciones adecuadas está claro que hay muchos casos de abuso. Alentamos los esfuerzos para “limpiar la industria”. Si bien el veganismo es un medio noble para limitar los abusos al hacer que haya menos animales nacidos para sufrir no erradica el problema y no es obligatorio. Apoyamos el boicot a las empresas que se sabe que causan tzaar baalei jaim definitivo. En resumen alentamos a las personas a tomar medidas para reducir la dependencia de la cría de animales y mejorar la ecología mundial. Sin embargo esto no significa que uno deba ser vegano o vegetariano.
