“Después de la loca ráfaga de alegres llamadas telefónicas a familiares y amigos se encuentra sosteniendo a su hijo por primera vez. Miras al bebé con las emociones desenfrenadas. Ves en esta nueva y pequeña persona vida potencial futuro familia continuación.
El nacimiento es uno de los únicos momentos de la vida en los que uno se encuentra cara a cara con la Divinidad.
De hecho el niño recién nacido continuará la cadena de vida judía que comenzó hace miles de años con nuestro patriarca Abraham y la matriarca Sara . Esta nueva vida es un eslabón más en la cadena de la historia judía .
Miras al bebé con las emociones desenfrenadas propias de una persona que está enamorada de la vida y de su familia como debe ser gracias a Dios . Ves en esta nueva y pequeña persona vida potencial futuro familia continuación. La primera persona a la que se ordenó circuncidarse fue Abraham a la edad de noventa y nueve años. Di-s le dijo: “Y estableceré mi pacto entre mí y entre ti y entre tu descendencia después de ti a través de sus generaciones como un pacto eterno para ser contigo por Di-s y tu semilla después de ti “”. Demostrando su sumisión a Di-s al marcar el cuerpo físico con la señal del pacto Abraham reveló el vínculo intrínseco que todo judío tiene con Di-s.
Di-s ordenó al pueblo judío: “”Al octavo día la carne de su prepucio será circuncidada””. El acto de la circuncisión que marca la finalización del cuerpo es un acto humano. Esto nos enseña que nuestra perfección espiritual emocional moral y ética requiere esfuerzo humano. Di-s no puede hacerlo por nosotros.
Hay muchas asociaciones en las que una persona entrará durante su vida. La mayoría de ellos en algún momento llegarán a un final natural o serán interrumpidos por una de las partes. El brit milá la circuncisión ritual es un símbolo de nuestra asociación con Di-s. Grabado en la carne de nuestros cuerpos físicos el pacto nunca terminará ni será olvidado.
El brit milá la circuncisión ritual es un símbolo de nuestra asociación con Di-s. Este pacto con Di-s sobrepasa la comprensión humana. Es un vínculo que promete devoción incondicional sin importar lo que pueda suceder entre Di-s y el individuo. Es un vínculo absoluto e indiscutible. Por esta razón un judío es circuncidado cuando es un niño cuando aún no ha desarrollado su capacidad para razonar o hacer juicios porque el pacto de la circuncisión no es una asociación intelectual o calculada. La circuncisión de un bebé demuestra que la conexión entre los judíos y Di-s está más allá de toda razón.
Di-s eligió el mismo órgano que es la fuente de la vida que también se puede elegir para los actos más viles como el lugar para ser santificado con la circuncisión. Esto nos da el mensaje profundo de que podemos usar cada impulso físico para propósitos sagrados.
Durante miles de años incluso bajo persecución los judíos han circuncidado a sus hijos utilizando los servicios de un mohel un circuncisor ritual que conoce todas las complejidades de realizar la circuncisión. Al hacer que su hijo sea circuncidado ritualmente usted se une a sus filas para conectar a su hijo con Di-s en un pacto inquebrantable.
Si la circuncisión es lo que Dios quiere ¿por qué no nacemos circuncidados? Di-s creó el mundo imperfecto y nos dio la misión de perfeccionarlo. Di-s creó el trigo; los humanos hacen pan. Di-s creó una jungla; los humanos crean la civilización. Las materias primas se nos dan y debemos usar nuestro ingenio para mejorar el mundo en el que nacimos. Esto está simbolizado por el bris: nacemos incircuncisos y depende de nosotros “”terminar el trabajo””. Esto también es cierto metafóricamente. Cada uno de nosotros tiene instintos y tendencias naturales que son innatos pero necesitan ser refinados. “Nací así” no excusa el comportamiento inmoral: debemos eliminar cualquier rasgo negativo no importa cuán innato pueda parecer.”
