Tomar el lulav es una mitzvá positiva limitada en el tiempo y por lo tanto las mujeres están exentas. Sin embargo pueden tomar el lulav y tener la recompensa de alguien que está cumpliendo una mitzvá sin que se le ordene. En el debate de los Rishonim sobre si una mujer debe recitar una bendición al tomar el lulav y Rashi Sucá 42a y Haghot Oshri ibid. dictaminan que no deben recitar una bendición. El Smag Agor Beit Iosef 589 y Rambam Hiljot Tzitzit 3:9 y Hiljot Sucá 6:13 gobiernan en consecuencia.
Hay dos razones para esto:
1. Sería una bendición innecesaria y por lo tanto prohibida porque incluso a nivel rabínico las mujeres están exentas de tomar el lulav.
2. Porque recitar una bendición haría parecer que se les ordenó tomar el lulav y esto transgrediría la prohibición de agregar a las leyes de la Torá. Agor y Smag rechazan este razonamiento.
Por otro lado Rabenu Tam Kidushin 31a y Eruvin 96a así como el Raavad dictaminan que las mujeres pueden recitar la bendición al tomar el lulav. Dicen que así como el mandamiento mismo es permisible pero no obligatorio también lo es la bendición. Por lo tanto opinan que no es ni una bendición innecesaria ni una transgresión de la prohibición de agregar mandamientos a la Torá.
El Shulján Aruj Oraj Jaim 589:6 gobierna como Rashi y el Rambam que las mujeres no deben recitar una bendición en los mandamientos positivos limitados por el tiempo esta es la costumbre de las mujeres sefardíes. El Ramá dictamina que es la costumbre aceptada que las mujeres reciten bendiciones sin embargo otros no deben recitarlas en su nombre esta es la costumbre de las mujeres asquenazíes.
Según la halajá una mujer no está obligada a bendecir el lulav. La obligación de bendecir el lulav se basa en la mitzvá de tomar las cuatro especies que es una mitzvá positiva de tiempo determinado. Las mitzvot positivas de tiempo determinado solo están obligatorias para los hombres.
Sin embargo una mujer puede bendecir el lulav de forma voluntaria. De hecho es una mitzvá meritoria para una mujer bendecir el lulav.
Hay algunas opiniones que dicen que es apropiado para una mujer bendecir el lulav. Estas opiniones se basan en el hecho de que la mitzvá de tomar las cuatro especies es una mitzvá de alegría. La alegría es una mitzvá para todos hombres y mujeres.
Otras opiniones dicen que es inapropiado para una mujer bendecir el lulav. Estas opiniones se basan en el hecho de que la mitzvá de bendecir el lulav es una mitzvá que se realiza en público. En el pasado las mujeres no participaban en las oraciones públicas.
Explicación de las fuentes: La Mishná establece que la obligación de tomar las cuatro especies es para los hombres. El Rambam establece que la obligación de tomar las cuatro especies es para los hombres. El Shulján Aruj establece que la obligación de tomar las cuatro especies es para los hombres.
En conclusión una mujer no está obligada a bendecir el lulav. Sin embargo puede hacerlo de forma voluntaria.
Una mujer puede bendecir el lulav en cualquier momento durante los siete días de Sucot. Sin embargo es más meritorio bendecirlo en las horas tradicionales de oración como el amanecer el mediodía y el atardecer.
Opiniones sobre la conveniencia:
Opinión mayoritaria: Las mujeres están exentas de la obligación de bendecir el lulav pero pueden hacerlo de forma voluntaria.
Opinión minoritaria: Las mujeres están exentas de la obligación de bendecir el lulav y es inapropiado que lo hagan. Conclusión:
Una mujer no está obligada a bendecir el lulav pero puede hacerlo de forma voluntaria. Es más meritorio bendecirlo en las horas tradicionales de oración.
Rashi Sucá 42ª.
Agor Beit Iosef 589.
Rambam Hiljot Tzitzit 3:9.
Mishná Sucá 4:4
Rambam Hiljot Sucá 4:4
Shulján Aruj 650:1
