Ask The Rabbi

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categoría:  Ciclo de la Vida

Interrupción del Embarazo

Nombre del rabino: Rabino Jaim Frim

Después de una interrupción médica del embarazo a las 23 semanas (feto no viable con varios problemas mentales y físicos): 1) ¿Será considerada como mi hija mayor? 2) ¿Cuánto tiempo después de la interrupción del embarazo estaré Nidá?

1) Si su próximo hijo es un niño, no será considerado primogénito. Entonces, no se hace Pidión Haben. Ver Shuljan Aruj – Ioré Dea, capítulo 305, Halaja 23, Rav Ovadia Iosef en Iabía Omer, volumen 8, Ioré Dea, pregunta 32 y Rav Bakshi Dorón en Binian Av, volumen 2, preguntas 54-55.

Si se trata de una fecundación ectópica, es necesario volver a consultar. Mishnat Iehoshúa, capítulo 2, nota 5.

Todos los demás casos deben ser consultados ante un Rav competente.

2) Dado que la interrupción del embarazo se produjo después de los 40 días de gestación, tiene la condición de mujer que ha dado a luz.

Para ir a la Mikve, debes esperar 14 días para eliminar la impureza del parto, Y 7 días de pureza después de que la sangre fluya durante el parto.

Los 7 días de pureza pueden comenzar durante los 14 días eliminando la impureza del parto, pero la mujer no puede ir a la Mikve hasta completar el período de 14 días después del parto.

Ejemplo: una mujer dio a luz a una niña el domingo 1 del mes a las 10 a.m.

Si ese día no tiene más sangre [lo cual es extremadamente raro], puede hacer Hefsek Tahará ese mismo domingo antes de la hora de la Shkiá.

El lunes 2 será el primero de los catorce días.

El domingo 15 es el decimocuarto día. No puede ir a la Mikve antes de este domingo por la noche después del anochecer.

3) En mi respuesta, no me refiero a una interrupción del embarazo que no está permitida según la Halajá, que es una prohibición muy seria.

Cuentan los jasidim, que el Rebe Shmuel, conocido como el Rebe Maharash, recibía muy a menudo visitas de gente que pedía hablar con él en privado para pedirle consejos de todo tipo y recibir su bendición.
El Rebe Maharash solía atender al público muchas horas, durante las cuales se tomaba algunos recreos para cambiarse la ropa ya que transpiraba mucho.
Un día, su asistente le preguntó por qué transpiraba tanto, al punto de tener que cambiarse la ropa.
El Rebe le respondió: “cuando alguien viene a contarme un problema, tengo que salir de mis vestimentas y ponerme las suyas para sentir y experimentar lo que él está pasando. Luego, para darle una respuesta que lo ayude, tengo que elaborar todo en mis vestimentas, es decir que vuelvo a mi lugar de consejero imparcial para poder ayudarlo. Pero cuando le voy a dar mi respuesta y mi ayuda, debo hacerlo de manera que él lo entienda y lo sienta entonces me vuelvo a despojar de mis vestimentas y me visto con las de él y le doy lo que necesita como lo necesita. Obviamente que este es un esfuerzo mental y físico muy grande y por eso transpiro tanto”.
Me acordé de esta historia charlando con unas amigas sobre la legalización del aborto en Argentina.
Para poder opinar y más aún para dar una solución a temas tan especiales y delicados, hay que ejercitar eso de ponerse en el lugar del otro, no quedarse allí, volver a nuestro lugar, encontrar el qué y el cómo decir y volver a estar en el lugar del otro etc.
Me parece increíble que todo el mundo opine para acá y para allá, a favor, en contra, califique de asesino al que opina distinto ya sea por el bebé o por la madre, con tanta liviandad.
Si uno trata y ejercita lo que hacía el Rebe Shmuel, entiende que no hay una sola opinión ni una sola solución y menos derecho a calificar a nadie de asesino.

La Torá es vida y preserva la vida.
Si la vida de la mujer peligra, es una obligación el aborto, sino, la vida del bebé puede y debe continuar.
De ahí se derivan muchísimos casos y en cada cual cada persona tendría que consultar de forma privada con alguna autoridad competente y que se comporte como el Rebe Shmuel. Que no repita respuestas de un libro sino que se tome el tiempo, el trabajo y el sudor de ayudar como corresponde.
Eso es importante tanto para Bnei Israel como para Bnei Noaj y no son necesariamente los mismos parámetros que hay que tomar en cuenta para uno y para el otro.

Que Dios te proteja y te bendiga.

Fuentes

 


Ver Shuljan Aruj – Yoré Déa, capítulo 194, Halaja 2.


Sobre este tema, ver Shuljan Aruj – Yoré Déa, capítulo 194, Halaja 1 y Taharat Habayit, volumen 2, capítulo 11, Halaja 1.