El Rebe de Lubavitch, el Rabino Menajem Mendel Schneerson, siempre enfatizó la importancia especial de Ierushalaim, no solo como una ciudad física, sino como un epicentro espiritual para el pueblo judío. La importancia espiritual de Ierushalaim es porque es el centro espiritual y físico del mundo: Según la tradición judía, Ierushalaim es el “Ombligo del Mundo” y el lugar donde se conecta el cielo con la tierra. El Templo Sagrado (Beit HaMikdash), que estuvo ubicado en Ierushalaim era el lugar donde la Divinidad se manifestaba de manera más tangible. Aunque el Templo ya no está, la presencia de Dios sigue siendo más palpable en esta ciudad. El Rebe enseñó que la santidad de Ierushalaim tiene una calidad única que afecta profundamente a quienes residen allí.
Es una fuente de energía espiritual: El Rebe explicó que toda la Tierra de Israel tiene kedushá (santidad), pero Ierushalaim tiene una kedushá más elevada y concentrada. Es un lugar donde la energía espiritual es más intensa, lo que puede resultar en una mayor sensación de plenitud y vitalidad para las almas que son sensibles a esta energía. Este fenómeno puede explicar por qué algunas personas sienten un profundo anhelo de estar en Ierushalaim y experimentan una sensación de plenitud allí que no sienten en otros lugares.
El anhelo del alma según la Cábala y el Jasidut, del alma judía es porque tiene una conexión intrínseca con Ierushalaim. Esta conexión no es solo física sino también espiritual. El Rebe enseñó que, dado que Ierushalaim es la ciudad elegida por Dios y es el lugar del Templo, las almas judías sienten un impulso natural de conectarse con su fuente espiritual. Este anhelo puede manifestarse como un deseo de vivir en Jerusalén y experimentar su santidad de manera más directa.
El Rebe también reconoció que hay diferentes experiencias de santidad. La experiencia espiritual puede variar de persona a persona. No todas las almas sienten la misma atracción hacia Ierushalaim y esto puede deberse a diversas razones, como la misión espiritual particular de cada alma o su sensibilidad a diferentes aspectos de la kedushá. El hecho de que una persona no sienta el mismo anhelo por Ierushalaim que otra no disminuye su conexión con la Tierra de Israel o su espiritualidad.
El Rebe de Lubavitch siempre animó a los judíos a fortalecer su conexión con la Tierra de Israel y, particularmente, con Ierushalaim. Sin embargo, también enfatizó que cada persona tiene su camino único en la vida y su manera de conectarse con la espiritualidad. La sensación de plenitud y vitalidad que algunas almas experimentan en Ierushalaim es una manifestación de la profunda santidad de la ciudad y su papel central en la vida espiritual del pueblo judío.
En resumen, Ierushalaim ocupa un lugar especial en la espiritualidad judía debido a su kedushá única y su historia sagrada. Esta conexión puede provocar un profundo sentido de plenitud en las almas que residen o visitan la ciudad, aunque la experiencia puede variar según la misión y sensibilidad de cada individuo.
Con bendiciones desde la Tierra de Israel
Jaim Frim
- Oraj Jaim 94:1: El Shulján Aruj menciona la importancia de dirigir el corazón hacia Jerusalén durante la oración. Este acto simboliza la conexión espiritual con el lugar donde estuvo el Beit HaMikdash, resaltando la santidad única de Jerusalén en el judaísmo.
- Oraj Jaim 151:2: Habla sobre la prohibición de realizar ciertos actos en lugares sagrados, extendiendo esta santidad a toda Jerusalén, enfatizando su carácter único.
- Likutei Amarim, Capítulo 48: El Alter Rebe explica cómo la Divinidad se manifiesta en el mundo, destacando que Jerusalén, y en particular el Beit HaMikdash, es el lugar donde esta manifestación es más intensa. Esto subraya la importancia de Jerusalén como un centro espiritual y una fuente de energía divina.
- Igueret HaKodesh 19: En esta carta, el Alter Rebe menciona la conexión espiritual especial que las almas tienen con Jerusalén, explicando cómo la santidad del lugar puede afectar profundamente a aquellos que residen allí.
- Deuteronomio 12:11: “Y será el lugar que el Eterno vuestro Dios escogerá para hacer habitar allí su nombre…” Esta referencia indica la elección de Jerusalén como el lugar central para el culto y la residencia divina.
- Salmos 122:3: “Jerusalén, que está edificada como una ciudad unida entre sí.” Este versículo refleja la idea de unidad y la importancia de Jerusalén como el centro espiritual del pueblo judío.
Estas fuentes subrayan la santidad única de Jerusalén, tanto en la ley judía como en la espiritualidad jasídica y cabalística. La conexión especial que las almas tienen con Jerusalén es un tema recurrente, destacando su importancia en la vida espiritual del pueblo judío.
Dice el Rebe Raiatz
Mi honorable y santo padre [el Rashab] me dijo en nombre de su honorable y santo suegro, mi abuelo, el santo Rabí Yosef Yitzchak, quien escuchó de su honorable y santo padre, el santo Rabí conocido como el Tzemaj Tzedek:
“En mi juventud”, dijo el santo Rabí Tzemaj Tzedek, “deseaba vocalizar el libro del Tanya y dividirlo en versículos. Cuando decidí hacerlo, esa misma noche soñé que estaba estudiando las leyes de la escritura de un Sefer Torá (rollo de Torá) y se me presentó una pregunta sobre un Sefer Torá que se había escrito correctamente pero que había sido vocalizado y dividido en versículos. Después de un largo debate, lo declaré válido. Cuando desperté, comprendí la señal.
Ese día tenía que visitar a mi honorable abuelo [el Alter Rebe] por algún asunto, y cuando pisé el umbral para salir, me dijo: ‘Un Sefer Torá que ha sido vocalizado y dividido en versículos es inválido, porque toda la Torá son los nombres de Dios que se combinan de diversas formas’.”