Ask The Rabbi

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categoría:  Cuestiones de Fe

Estas experiencias me dan miedo

Nombre del rabino: Rabino Jaim Frim

Desde hace algunos años, que tengo la capacidad de vislumbrar otros mundos y experimentar varios sucesos paranormales.

Estas experiencias me dan miedo, y me pregunto si no estoy recurriendo a la magia o la brujería y si debo tratar de trabajar para eliminar estas experiencias de mi vida, y ¿Cómo hacerlo entonces?

Así como una persona está compuesta de un cuerpo físico, imbuido de un alma espiritual, también el mundo físico en el que vivimos está impregnado de niveles espirituales que no suelen ser perceptibles para nosotros. A veces, cuando nos conectamos con estos niveles espirituales superiores la experiencia puede dar miedo, algo similar a la experiencia de hacerse a la mar. Sin embargo, con la orientación que nos ofrece la Torá, el “mapa” que  Di-s nos ha dado, no tenemos nada que temer, ni en nuestras vidas de todos los días ni en los sucesos extraordinarios que a veces podemos encontrar. En efecto, el Baal Shem Tov nos enseñó a no temer a nada aparte de  Di-s mismo.

El verso de la Torá que mejor presenta el auténtico enfoque judío de los tipos de experiencias que usted describe es: “Sé sincero con  Di-s, tu  Di-s. Este precepto concluye una serie de versículos que tratan acerca de las prohibiciones contra la brujería, la hechicería y otras prácticas paganas. Dado que estas prácticas se habían generalizado entre las personas que vivían en Canaán, cuando la nación de Israel reclamó la tierra, ellos representaban uno de los principales obstáculos para

impulsar los valores y prácticas de la Torá en el corazón de las personas. El antídoto Divino para estas influencias insidiosas se identifica en el verso como el atributo sinceridad o ser de corazón íntegro.

Que la Torá aborrezca las prácticas ocultas no implica que una persona con una sensibilidad inusual como usted tenga que ignorarlas, eliminarlas o despreciarlas. Ellas tienen ciertamente su

lugar, incluso destacado, cuando se tratan de una manera apropiada y se incorporan a una forma de vida orientada hacia la Torá. Sin embargo, si las experiencias perturban su servicio devoto y sencillo a Di-s, entonces debe tratar de suprimir sus efectos y rogar a Di-s que quite de usted estos fenómenos supra racionales. Una de las enseñanzas más básicas del Baal Shem Tov, el fundador del movimiento jasídico del siglo XVIII, afirma que, a medida que avanzamos en la vida,  Di-s se comunica constantemente con nosotros a través de nuestros sentidos normales y paranormales. Aunque quizás no aparezca de esta forma a la mayoría de las personas, es sólo porque no activan el lado espiritual de su conciencia que queda oculto a su percepción.

Por cierto, en todo momento podemos tomar una decisión consciente de identificarnos con los aspectos más ocultos de nuestra existencia y así penetrar la dimensión interior de la realidad física.

En diferentes enseñanzas judías se señala que todas las creaciones de Di-s están dotadas de conciencia espiritual. En la colección mística de versos llamados Perek Shirá (“El Canto de la Creación”) en especial, encontramos que toda criatura está dotada con una canción especial de alabanza a su Creador, que describe la esencia de su conciencia espiritual.

Así, de hecho, todas las experiencias en la vida tienen un significado providencial del cual, por desgracia, no siempre podemos estar seguros, sin el beneficio de la profecía directa.

Aunque esto parece dejarnos en una situación paradójica, donde experimentamos un flujo constante de comunicación Divina que no siempre somos capaces de descifrar, la Cabalá nos enseña que siempre podemos beneficiarnos de estas señales mediante la adopción de una estrategia dual: el sendero inocente de la sinceridad y de ser íntegros de corazón, junto con el enfoque centrado del análisis racional.

Estos dos enfoques un tanto opuestos a las experiencias paranormales trabajan juntos de la siguiente manera:

Toda vez que emanen vibraciones subliminales de la esfera espiritual amplificándose en nuestra conciencia, debemos hacer un esfuerzo concentrado para aceptarlas con ecuanimidad, sin obsesionarnos demasiado acerca de la experiencia. Con verdadera sencillez, debemos recordar que todas las experiencias emanan en última instancia de Di-s, y por lo tanto son igualmente “normales”. El peligro radica en considerar la posibilidad de que tal experiencia emana de una fuente que no sea Di-s.

Habiendo aceptado la experiencia con verdadera sencillez, podemos tratar de analizar los símbolos que aparecen en esa experiencia, con las herramientas racionales que tenemos a nuestra disposición, y tratar de relacionar la experiencia con los principios legítimos de la Torá.

La asociación en sí misma con la magia y la hechicería que haces en tu mente, es responsable de contaminar totalmente lo que de otro modo podría ser una experiencia espiritual potencialmente enriquecedora, pues la esencia de lo oculto es la negación de la unidad absoluta deDi-s y de su dominio sobre la creación. Por lo tanto, en términos prácticos, la permisibilidad de abrirte a las sensaciones que describes depende del grado en que puedas deshacerte de ese tipo de asociaciones.

Hasta cierto punto, la simple indulgencia del ego en una experiencia como esa, puede ser tan amenazante como la introducción de las asociaciones ocultistas. Nunca debes tener la intención consciente de provocar una experiencia como esa por la satisfacción que te proporciona, ni por la sensación de poder que te da. Si lo haces, es una garantía para perder la sensibilidad por completo, o para convocar a todo tipo de experiencias falsas que puedan tener un impacto destructivo sobre ti mismo y sobre los demás.

Por eso, no intentes buscar intencionalmente una estimulación paranormal. Cuando se presente, tómala con naturalidad y trata de no exagerar su importancia. En pocas palabras, se sincero en tu acercamiento a la vida y hallarás alegría en tener a la creación cantando para ti, incluso cuando las palabras de la canción no te sean muy claras. La esencia de la canción es la melodía, y la melodía es que nuestro amoroso Padre está con nosotros en todo momento.

Al mismo tiempo, toma conciencia que el don Divino del análisis racional que le fue concedido al hombre, tiene la intención de ayudarlo a asimilar la experiencia, de tal manera que pueda extraer el bien moral que hay en ella y desechar el mal. El proceso del análisis racional, depurando la realidad a

través del prisma de nuestra conciencia, ocupa un lugar central en el esquema cabalístico de la redención. La Torá es nuestra representación de las normas Divinas destinadas a ser aplicadas al desarrollo de dicha depuración. A través del proceso de depuración le quitamos poco a poco las capas de ilusión que envuelven la realidad y ponemos al desnudo la esencia Divina inherente a todas las cosas.

Por lo tanto a ti te corresponde tratar de precisar y depurar tu experiencia intuitiva lo mejor que puedas, utilizando los patrones de lenguaje y pensamiento de la Torá como guía.

Las enseñanzas de la Torá abarcan la ley (las mitzvot y la halajá), así como la oración, ética, Cábala, Jasidut y mucho más. Los fenómenos espirituales que mencionas se prestan a ser definidos especialmente con el lenguaje y las enseñanzas de la Cabalá. Las enseñanzas del Jasidut, que incluyen a la Cábala en una forma conceptual accesible, sin duda pueden ayudar a colocar tus experiencias en una perspectiva adecuada. Incluso si te familiarizas con historias acerca de los grandes maestros jasídicos (especialmente el Baal Shem Tov) verás qué relevantes y frecuentes fueron esas experiencias que describes para los judíos que vivieron hace menos de 300 años. Las historias y alegorías contadas por el gran maestro jasídico Rabí Najman de Breslev. son otra rica fuente de exploración, en la búsqueda de un lenguaje espiritual alternativo para el análisis de tu experiencia.

Fuentes