Ask The Rabbi

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Escuchar a los padres sobre la elección de un cónyuge

Nombre del rabino: Rabino Jaim Frim

¿Debe un hijo obedecer si los padres desaprueban su elección de cónyuge?

La respuesta básica a la pregunta es que él o ella no necesita obedecer como estipula el Rama (Ioré Deá 240:25) basado en el Maharik (166) y poskim posteriores aparentemente lo aceptan por unanimidad. Veremos las razones del Maharik y consideraremos brevemente si hay excepciones a la regla. Si surge trágicamente un caso real uno debe preguntar de acuerdo con todos los detalles.
El Maharik tiene tres razones principales: 1) Si un hijo no tiene que renunciar a su dinero para kibud av vaem (honrar a sus padres) ciertamente no tiene que aceptar el dolor de angustia mental de separarse de la mujer que quiere para casarse. 2) Un padre no puede decirle a su hijo que viole ni siquiera una prohibición rabínica. Dado que uno no puede casarse con una mujer que tenemos motivos para temer que no ame (Kidushin 41a) no pueden obligarlo a renunciar a la mujer que ama y posiblemente casarse con una que le moleste. 3) Los sacrificios que uno debe hacer por sus padres se relacionan con cosas que benefician a sus padres no con cosas que sus padres quieren que él haga por su bienestar. El Aruj Hashulján (IORÉ DEÁ 240:45) dice que existe un asunto general de que un padre no puede obligar a un hijo a realizar una mitzvá de otra forma que no sea la que le parezca adecuada. La mayoría de los poskim parecen pensar que todas las razones son válidas individualmente aunque es difícil determinarlo de manera concluyente. Este es un punto importante porque en algunos casos se aplican algunas razones pero no todas. Encontramos diferentes opiniones en algunos de esos casos.
Una opinión minoritaria sostiene que una hija tiene que obedecer la negativa de sus padres a elegir marido basándose en la suposición (cuestionable) de que no tiene una mitzvá para casarse. Sin embargo la gran mayoría de los poskim rechazan esta opinión (ver Noda BeIehudá II EH 46; Iabia Omer VIII IORÉ DEÁ 22). Un problema más serio es cuando los padres no solo no están de acuerdo con la elección sino que les causará desgracia. El Netziv (Meishiv Davar II 50) dice que esto los impacta directamente y que la desgracia eclipsa las otras consideraciones. El Tzitz Eliezer (XV 34) pregunta por el hecho de que el Maharik habló sobre una mujer sobre la cual había serias cuestiones de moralidad conocidas públicamente.
Él dice que la distinción de Netziv se aplica solo en el caso en que la desgracia sea reconocida por Jazal o fuentes clásicas. De lo contrario los padres deben intentar que su punto de vista se ajuste a la elección de su hijo y no al revés. Por ejemplo la intolerancia de los padres hacia cierto tipo de buen judío no debe recompensarse considerándose una desgracia objetiva.
El Divrei Yatziv (EH 3) cita al Netivot Lashevet que dice que si la elección del cónyuge reduce la capacidad del niño para realizar kibud av va’em (por ejemplo tendrá que mudarse) entonces eso afecta a los padres y ellos puede objetar. El primero no está de acuerdo porque las otras razones del Maharik aún se aplican. Sin embargo parece que esas razones se aplican solo cuando se ha tomado o casi se toma la decisión de casarse. Sin embargo si uno está considerando una idea de “shiduj” (antes de que haya una conexión emocional) que impactará negativamente a sus padres se deben considerar sus sentimientos o intereses. Esta no es una regla absoluta ya que uno debe considerar el abánico de parejas del hijo la edad y el historial de citas y si esta es una idea inusualmente prometedora.
También instamos a un hijo que con suerte valora su relación con sus padres a que no solo tenga razón sino que sea inteligente y mire el “quinto Shulján Aruj” la capacidad de aplicar la halajá sabiamente. Los padres a menudo tienen razón y cuando intentan proteger a su hijo de un error horrible el niño no solo debe considerar su motivo sino también la posibilidad de que los padres se hayan dado cuenta de lo que pasó por alto debido a la emoción de la relación. Él o ella harían bien en discutir el asunto con un asesor sabio. Dicho esto las mismas reservas se aplican a los padres quienes pueden cometer el error moral o táctico de sus vidas al involucrarse indebidamente.

Fuentes

Rama (Ioré Deá 240:25)

Aruj Hashulján (IORÉ DEÁ 240:45)

Iabia Omer VIII IORÉ DEÁ 22