Ante todo que Hashem te consuele junto a tu familia por la desaparición de tu padre, y puedan reconfortarse con la llegada del Mashíaj pronto en nuestros días.
Desde un punto de vista halájico, decimos que según la halajá, está prohibido quemar un cuerpo. Explicaremos qué cosas se dicen.
Existe lo que se llama la mitzvá de entierro, y en el Tratado del Talmud Bavli, Sanhedrín página 46b. Y allí discutieron ¿Cuál es el propósito del entierro? ¿Para evitar el desprecio o para que la persona pueda tener expiación? Y se dieron pruebas aquí y allá y el asunto no se decidió.
Maimónides legisla en la Halajá (Halajot Abel 12a) las siguientes cosas: “El obituario es para el honor de los muertos, por lo tanto, se obliga al heredero pagar a los lamentadores y lamentadoras y hacer el obituario. Y si el fallecido ordenó que no se hiciera, no se hace. Pero si se ordena que no sea sepultado, no se lo escucha porque el entierro es una mitzvá: se dice: “Porque sepultados, seremos sepultados” (Deuteronomio 21:22). Es decir, el entierro con nosotros es una mitzvá. Por lo tanto, si se ordena a una persona que no sea sepultada, la ley establece que su voluntad no es escuchada, no se cumple esta voluntad. este es el enfoque de la Halajá.
En Ierushalmi Ketubot 11 Halajá I, la Guemará trae una situación en la que una persona moribunda que está a punto de morir ordena dos voluntades a la vez, que no lo entierren y que compren un campo para cierta persona. Y luego falleció. Y ahí se dice, si no hay quemadores no hay dadores. Quiere decir, simplemente no se quema, no sigas su voluntad. Allí discutimos ya que también dijo dar el regalo a cierta persona, ¿se anuló parte del testamento o se anuló por completo por lo expresado arriba o no? Pero se puede ver claramente que es algo simple no escuchar quemar su cuerpo.
En el Estado de Israel todavía no existe una ley que regule los asuntos relacionados con el entierro. Pero, dos casos llegaron a la corte y la corte dijo que si una persona ordenaba ser incinerada, su testamento debería ser honrado. Es decir, hemos llegado a una disputa entre la halajá y la opinión del tribunal civil. Que la halajá dice que si una persona dice que no lo enterraran, y también es judío y la halajá es su guía y, por lo tanto no se lo escucha, sino que lo entierran. Y si decía que lo quemaran, no sería escuchado ni quemado. Esta es la posición de la halajá. Mientras que, según la corte, se honra su voluntad.
Habiendo sido expuestas la posición legal y la posición halájica aquí, debemos señalar cosas importantes a las que es una lástima que algunos de nuestros hermanos que están lejos de la Torá y las mitzvot no presten atención. Hay entre nuestros hermanos que no guardan la Torá y las mitzvot, no muchos, muy pocos, que abogan por la quema. Después de todo, como se trata de hermanos inteligentes, gente educada, cualquiera que mire la historia verá que la cremación del difunto vino de círculos paganos que decían que cuando se incinera el cuerpo del difunto, entonces se revela el ídolo. Por eso también encontrarás cementerios en el mundo cristiano junto a las iglesias. E incluso cuando una persona muere, el difunto es ingresado en la iglesia, donde se realiza la ceremonia fúnebre. Es decir, entre los ídolos existía una conexión como si se revelara el dios, el ídolo, precisamente en el momento de la muerte. Por supuesto estamos lejos de estas creencias.
Creemos que el hombre fue creado a imagen de Dios. Es decir, el Todopoderoso Bendito Es le dio la razón para que tenga libre albedrío y la Torá, para que pudiera revelar su alma Divina. Para que al final de su vida en este mundo tenga el privilegio de estar con su alma pura, en el mundo de la verdad. Por tanto, para nosotros el cuerpo es un recipiente del alma Divina. Como el Arca de la Torá, es una funda para el Libro Sagrado. Por lo tanto, así como los sacerdotes llevaban el Arca de la Alianza sobre sus hombros, así enseñamos y vamos mientras llevamos al difunto al entierro para llevar el cuerpo sobre sus hombros. Incluso cuando se mata a oficiales y soldados, el mismo rango los lleva sobre sus hombros, porque es para honor y gloria que este recipiente sirva como una gran alma. Por lo tanto, Dios no lo quiera, cuando quemas el cuerpo, es como si estuvieras quemando un rollo de la Torá. Un rollo de la Torá contiene enseñanzas maravillosas, “y ama a tu prójimo como a ti mismo”, “no odiarás a tu hermano en tu corazón”, “no blasfemarás”, “no codiciarás la mujer de tu prójimo”, y más y más. Es por eso que el judaísmo está muy, muy en contra de la cremación y a favor del entierro.
Es cierto, encontramos que en Shaul, en el libro de 1 Samuel capítulo 12, 12 se dice: “Y todo hombre valiente se levantará e irá toda la noche, y tomará el cadáver de Shaul y el cadáver de sus hijos del muro de Beth Shean (donde cayeron en batalla), se secará y se quemará allí”. Así que, aparentemente, aquí hay reyes e hijos de reyes y los queman. Pero se dice más adelante, en el siguiente versículo “y tomarán sus huesos y los enterrarán bajo las cenizas en la tierra y ayunarán durante siete días”. En primer lugar, está claro que este no es una incineración como hoy que se mete el cuerpo en un horno a temperatura alta de tal manera que todo el cuerpo con los huesos se convierte en ceniza. Algunos soldados dijeron que no quemaron los cuerpos sino sus vestimentas y demás instrumentos. Porque hay una halajá que quema los vasos de los ángeles, para que no usen sus herramientas.
El profeta Amós dice una profecía de ira contra las naciones del mundo, no solo contra el pueblo de Israel. “Por tres delitos de Moab… por la quema de los huesos del rey de Edom”. Presta atención, no solo la carne sino también a los huesos. Es una costumbre gentil. Y el profeta clama por esto.
Descubrimos que según la Torá de Israel, la cremación no es apropiada y no se debe escuchar a una persona a la que se le ordena quemar su cuerpo.
La otra cosa en este contexto, porque en el Holocausto los nazis, sea borrado su nombre y memoria, mataron en cámaras de gas y quemaron los cadáveres en hornos. Que no parezcamos como esas bestias horribles, haciendo esas cosas terribles que nos han sucedido en la historia judía y que le han pasado a la humanidad en relación con este asunto de la cremación.
Por eso, acerca de los queridos hermanos que están lejos de la Torá y las mitzvot, que se les ordenó quemar sus cuerpos, es una concepción pagana.
Según los sabios, las almas de cuerpos que fueron incinerados reencarnarán en cuerpos anteriores. Y como todo es por Providencia Divina, podemos decir que como parte de Su plan, hay cosas que no comprendemos, pero sabemos que todo es para bien.
Hashem pronto traiga el Mashíaj para que vuelvan a la vida los que duermen en el polvo.
