Ask The Rabbi

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categoría:  Conciencia

La Venganza, cuándo y cómo

Nombre del rabino: Rabino Jaim Frim

Me gustaría saber si la Torá nos prohíbe vengarnos y si tenemos el derecho, bajo ciertas condiciones, ¿cuáles son? ¿Y por qué?

Haces una excelente pregunta,

Acerca de la prohibición de la “venganza”, está escrito en la Torá: “No te vengues ni guardes rencor contra los hijos de tu pueblo. Amarás a tu prójimo como a ti mismo” (Vaikra / Levítico 19,18).

“No te vengues” = no devuelvas mal por mal a tu prójimo. / “Ni guardes rencor” = no guardes rencor, ni siquiera en tu corazón.

No debemos abstenernos de hacer el bien a los demás con el pretexto de que nos han hecho daño. A diferencia de la mayoría de los hombres que generalmente buscan corresponder o atormentar a quienes les han hecho daño, se nos pide que ignoremos el daño sufrido (Sefer HaJinuj).

Al prohibir la venganza, la Torá espera que el hombre se dé cuenta de que todo lo que le sucede es de Di-s, ya sea bueno o malo. Entonces sabrá que, si alguien le causa tormento o dolor, solo sus faltas son la causa última.

Además, esta mitzvá tiene un interés capital para la vida social: permite acabar con los antagonismos y purificar los corazones de todas las rivalidades. De esta manera, el amor, la paz y la hermandad reinarán entre los hombres y conducirán a una unidad impecable.

Hay 2 excepciones y “permisos”

La venganza inmediata

La prohibición de vengarse o guardar rencor no se aplicó en el momento de los hechos. Es decir, en el fragor de la discusión, está permitido golpear al que te golpea. Esto es cierto no sólo en el momento de los hechos, sino también un poco más tarde, mientras uno se encuentre en un estado de “efervescencia del corazón”, es decir, mientras esté todavía sacudido por la tensión de la disputa.

Esto se aplica tanto a la agresión física como a la verbal. Vemos, de hecho, que la Torá solo castiga al que inicia la disputa, y no a su adversario. De hecho, es raro que un hombre pueda escuchar a otros herirlo, humillarlo e insultarlo sin reaccionar. Nadie obliga a un hombre a permanecer insensible como una piedra.

Sin embargo, un hombre sabio debe aprender a responder siempre con calma y a no dejarse llevar fácilmente. Los hombres más piadosos se contienen por completo y no responden en absoluto a los ataques, por temor a dejarse llevar por la ira.

Sin embargo, estas diferentes reglas no se aplican a los propios padres, a quienes está prohibido responder, en cualquier caso.

2.2 – Frente a la persecución

Cuando una persona es perseguida, se puede permitir la venganza en determinadas circunstancias, si la protege de nuevos ataques.

Sin embargo, hay que tener cuidado para que esta venganza no esté motivada por el daño sufrido, sino únicamente por el deseo de protegerse de una persecución futura. Dado que este permiso se basa en muchos detalles, y el más mínimo cambio en las circunstancias puede cambiar las reglas del juego, solo se puede aplicar con el permiso de una autoridad competente.

2.3 – Condiciones para una venganza útil

Al igual que para la murmuración, la llamada venganza “útil” sólo puede autorizarse si se cumplen determinadas condiciones. Así, si es posible evitar que el autor prosiga su persecución por otros medios, por ejemplo, mediante el reproche o de cualquier otra forma, la venganza sigue estando prohibida.

Además, es necesario haber adquirido la certeza de que el hombre sobre el que se quiere venganza es efectivamente el autor de las persecuciones, bien por haberlo visto actuar con sus propios ojos, bien por pruebas inequívocas. También es importante asegurarse de que los ataques en su contra se consideren ilegítimos a los ojos de la Torá.

Finalmente, incluso cuando se autoriza un acto de venganza, se debe tener cuidado de lograr solo lo estrictamente necesario para las necesidades de la causa, y no agregar nada superfluo.

Conclusión: La prohibición de vengarse o de guardar rencor está escrita explícitamente en la Torá y los permisos son extremadamente raros y en casos muy específicos, que solo pueden ser confirmados por rabanim competentes.

“Quien se muestre conciliador con los demás, se mostrará el Cielo conciliador con sus faltas”

Buena suerte

Fuentes