Ask The Rabbi

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categoría:  Bendiciones

Berajot Recitadas en los Medios

Nombre del rabino: Rabino Jaim Frim

Cuando uno escucha que se recita una berajá por radio o teléfono ¿puede o debe responder amén?

¿Puede ser iotzei de una berajá de esta manera?


Ángel 24/1

Shalom y bendiciones. Gracias por tu consulta

Para que uno sea iotzei con una berajá que escucha, debe provenir de una persona que está obligada a la mitzvá (Rosh Hashaná 29a). Incluso para responder amén, debe escuchar la berajá de una persona cuya berajá sea válida (ver Shulján Aruj, Oraj Jaim 215:3 con respecto a la berajá de un niño pequeño). Por lo tanto, todos están de acuerdo en que uno no es iotzei y no responde amén a lo que escucha en una grabación, cuando en realidad nadie está hablando.

Casi todos los poskim están de acuerdo en que uno no puede cumplir con la mitzvá de escuchar el shofar a través de un micrófono, teléfono o radio, porque uno debe escuchar el sonido auténtico de un shofar (Rosh Hashaná 27b). La normativa relativa a la lectura de la meguilá a través del micrófono no es tan clara. Aunque uno no escucha la voz real de un baal koré apto, sino una reproducción generada por un dispositivo, es mejor que una grabación en dos aspectos. Primero, el sonido se produce directamente en base a las ondas sonoras del baal koré. En segundo lugar, la reproducción se escucha esencialmente al mismo tiempo que lee el baal koré. Por lo tanto, aunque la mayoría de los poskim creen que no se puede cumplir la mitzvá a través del micrófono, la posición indulgente es apenas defendible (ver Tzitz Eliezer VIII, 11; Igrot Moshe (Oraj Jaim II, 108) se inclina a permitirlo, pero parece basarse en la falta de información científica relacionada.)

La Guemará (Sucá 51b) minimiza la importancia de escuchar la voz de la persona que recita, si uno sabe lo que se dice. Habla de una gran estructura en Alejandría, donde se ondeaban banderas para informar a la gente cuándo responder amén. Sin embargo, Tosafot (ad loc.) limita este precedente a los casos en que los participantes no intentaban cumplir ninguna mitzvá en ese momento. Por otro lado, sí parece indicar que uno puede responder amén sin escuchar la voz en un caso en el que uno sabe qué berajá es y no está obligado a ser iotzei (ver Shulján Aruj y Rama, Oraj Jaim. 124:8).

Rav Shlomo Zalman Auerbach (Minjat Shlomo I, 9), aunque está de acuerdo en que uno puede responder amén a lo que escucha en el shul a través del micrófono, no está de acuerdo con respecto a la radio y el teléfono. La distinción es que la gente de Alejandría estaba lo suficientemente cerca como para conectarse con las berajot sin escucharlas. Sin embargo, no existe una conexión física entre la persona que recita y la que “escucha” a distancia a través de las telecomunicaciones. Uno puede presentar el siguiente argumento en contra de la afirmación de Rav Auerbach (que se basa en la lógica, no en las fuentes). Si bien, científicamente, la voz reproducida es nueva y no es la transferencia de la voz original, la inmediatez y la reproducción realista crean una conexión palpable incluso a grandes distancias. Aunque para ser iotzei con alguien probablemente se requiera escuchar el sonido original que emana de la entidad halájica válida, aprendemos de Alejandría que esto es innecesario para responder amén; un sentimiento de conexión puede ser suficiente. De hecho, Rav Ovadia Yosef dice que uno no puede ser iotzei por teléfono, pero puede responder amén y responder junto con las oraciones que requieren un minian (Iejave Da’at II, 68).

Otro factor que podría impedir responder amén es la posibilidad de que la voz viaje por un lugar sucio o que contenga adoración de ídolos (ver Shulján Aruj, OC 55:20). Sin embargo, hay algunas razones para ser indulgentes aquí. Primero, no está claro que creamos que esto es un problema, especialmente cuando hay otros puntos de flexibilidad (ver opiniones en Iejave Da’at, ibíd.). Además, incluso si fuera seguro que “la voz” viaja por un lugar así, el hecho de que viaje solo como señales eléctricas puede ser motivo para que la halajá no se aplique.

En conclusión, no está claro si se debe responder amén a las berajot escuchadas a través de las telecomunicaciones. Si uno quiere, puede confiar en amplios motivos para hacerlo, dándose cuenta de que lo que está en juego con respecto a un amén injustificado es menor que con respecto a las berajot (ver Igrot Moshe OC IV, 91). Sin embargo, uno no necesita sentirse halájicamente obligado a responder (ver también Piskei Teshuvot 215:3).

Shulján Aruj, Oraj Jaim 215:3

Piskei Teshuvot 215:3

Shulján Aruj y Rama, O.J. 124:8

Fuentes