El Admur Hazakén enfatiza que es diferente la vitalidad de las gotas semen que salieron en vano, porque aunque cayeron y se incluyeron en las tres klipot tmeot, las tres cáscaras impuras, pueden subir de allí con el arrepentimiento correcto y con una tremenda intención en el recitado del Shemá como explica el Arizal.
Por eso no se menciona el pecado de zera lebatalá, derramar semen en vano en la Torá dentro de las relaciones sexuales prohibidas, aunque son peores que ellas y más grande el pecado desde el punto de vista del aumento y la multiplicación de la impureza y la klipá que genera es muchísimo más grande que el resto de las relaciones prohibidas, pero el motivo de esto es que en las relaciones prohibidas se aumenta la fuerza y la vitalidad de la klipá impura a tal punto que no se puede elevar la vitalidad de allí a través de la teshuvá.
De allí que los diferentes poskim y fuentes de los sabios difieren en la severidad del pecado y la diferencia en el castigo, dependiendo a qué nivel del pardés se considera, y si evitar eliminar el semen puede causar trastornos en la salud física y psicológica.
Esto es respecto al judío. Los no judíos no tienen esta prohibición, no está dentro de los 7 preceptos que les obliga la Torá. Los que desean cumplir con los 7 preceptos deberían cuidar este tema para poder seguir elevándose hasta eventualmente poder convertirse al judaísmo. También es importante cumplir con el precepto de fructificar y multiplicarse ordenado a Adam y así a toda la humanidad, entonces no sería correcto en la medida que evite cumplir con este precepto.