Desde hace 2 meses me dio un dolor en la espalda como si me encajaran algo poco abajo del cuello. Hasta que hoy ya no me dolió. Ha coincidido con el tiempo que tengo una mala condición económica y de poco muy poco trabajo y el día de hoy despidieron sin razón alguna a mi hija. Lo que significa que tengo que aportar para que siga estudiando en otra ciudad. Estoy desesperado, confundido y triste pues se han roto también las buenas relaciones con mis otros hijos y la madre con quien vivo pero separado sentimentalmente desde hace 12 años. ¿Es posible que el enojo de Hashem es el que me está probando en mi fé?