Además del tiempo preciado que pierde en tal actividad cuando tiene la obligación de invertir su tiempo libre en el estudio de la Torá, dicha persona desperdicia el dinero que le fue dado desde el Cielo para que lo utilice en lograr grandeza espiritual, donando al necesitado o a instituciones de Torá. Y sobre todo está transgrediendo la prohibición de bal tashjit, no desperdiciar.