En realidad les dijo a sus hermanos: no se preocupen ni se sientan culpables por haberme vendido. ¡Miren! ¡Dios me ha enviado delante de ustedes para salvar vidas! Para asegurar que sobrevivan en la tierra y para mantenerlos con vida a través de medios tan extraordinarios. No son ustedes los que me han enviado aquí, sino Dios. Me ha hecho visir del faraón, dirigente de todo su gobierno y dictador de todo Egipto.