¿Por qué es el hombre quien adquiere (Kinian) a una mujer y no al revés?

“Para empezar tendré que retomar el término “”Kinian”” que se traduce por “”adquisición””.

Puede ser una buena traducción pero Rashi desde el comienzo del tratado de Kidushin nos dice [Niknit Léba’ala] que se trata de una adquisición espiritual que ahora le da al esposo obligaciones y entre estas obligaciones como nos explica el Ran está el Guèt [el acto de divorcio].

Entonces esta expresión -“”Kinian”” – se parece a la que usamos para decir que “”tenemos”” hijos; no se trata de posesión de bienes sino de responsabilidad hacia el sujeto.

Sin embargo y nuestros Sabios lo han hecho todo el esposo tiene muchas más obligaciones hacia su esposa que al contrario es suficiente para eso tomar conocimiento de lo que está escrito en la Ketuba.

Por tanto es él quien se compromete por el acto del matrimonio y no al revés. Las obligaciones matrimoniales de una mujer son muy limitadas en comparación con su marido.

Agreguemos aún un segundo y último elemento: el hombre es más materialista que la mujer tendrá que “”santificar”” su matrimonio mediante un acto Kidushin que proviene de la palabra “”Kadosh”” que significa “”sagrado”” para liberar su matrimonio de lo profano. Es una obligación que le incumbe especialmente.

La mujer siempre ha sido más espiritual que su marido no necesita “”santificar”” su matrimonio ya lo es desde el principio; además ella es por naturaleza más fiel que su marido [véase Nétiv Haémuna capítulo 1].”