Las personas podemos ver y comprender lo que Hashem permite. Abiertamente Iaacov creyó lo que le dijeron, no dudó de la fidelidad de sus hijos. Dicen los sabios que íntimamente Iaacov sabía que seguía vivo, y eso le dio la fuerza para seguir adelante y poder bajar a Egipto para ver a su hijo de nuevo. Los justos tienen confianza en Hashem que hace todo para bien.