Durante mucho tiempo me he preguntado cómo una persona es un judío. He escuchado tantas cosas: que es algo con la que sólo se nace; está determinado por ciertos rasgos de personalidad; o es una elección espiritual. Qué es la verdad? Es posible ser un prosélito, como un “hijo adoptivo” dentro de este pueblo elegido?
Según la ley judía, el judaísmo está determinado por la madre: Si la madre es judía, así lo es el niño. Los judíos son “elegidos” en el sentido de que tenemos la responsabilidad de revelar la gloria de Di’s al mundo y santificarlo. Por el mero hecho de que somos descendientes de los patriarcas hace de esto nuestro mandato y destino, nos guste o no. Sin embargo, cualquier persona que desea compartir este destino puede hacerlo a través de una conversión válida. Algunos de los judíos más grandes que vivieron fueron conversos al judaísmo. Por cierto, el Talmud señala que los judíos son naturalmente misericordiosos, tímidos, y generosos en la bondad-pero esto, por sí mismo, no le hace a uno judío.