Se establecieron tres ciudades de refugio para que pudiera huir allí el homicida que llegara a matar a su prójimo sin intención. Los caminos que conducían a las Ciudades de Refugio estaban bien arreglados en buenas condiciones, para facilitar la llegada del Homicida involuntario a una de ellas. Por eso, tenían de ancho al menos 32 codos, y en cada bifurcación de caminos había un cartel con las palabras: “Refugio, refugio”, para indicar la dirección correcta a seguir hacia éstas
Fuentes
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