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¿Cómo luchar contra la crisis de la adolescencia sabiendo de la crisis espiritual a esta edad?

El período de la adolescencia es sin duda el más difícil de vivir en la vida de un individuo y de su entorno. Cambios profundos en el cuerpo y el espíritu de la persona joven le hacen perder los puntos de referencia y la inocencia de la infancia y acceder progresivamente al mundo de los adultos. Sin embargo, no voy a utilizar el término “luchar” a la crisis de la adolescencia sino “administrar”. De hecho, es una necesidad que no debe ser ignorada, sino apreciada correctamente. La calidad de vida del adulto depende de ello.
La Torá, que no es otra que la sabiduría del Creador, nos ha dado los medios para gestionar esta transición a través de reglas que ayudan a que este pasaje sea ‘suave’. Los padres y otros educadores que acompañan al niño deben informarse acerca de las necesidades que la persona vive a esta edad para poder hacer frente. Hacer coincidir la pubertad con la mayoría religiosa es significativo de la voluntad de responsabilizar. Si cambia el cuerpo, lo espiritual debe cambiar, también las mitzvot se convierten en obligatorio y van a constituir el tejido de la vida de un miembro de la comunidad.
Con respecto a los padres, el cariño, el afecto y la atención, particularmente la forma de escuchar y de establecer un diálogo con los jóvenes, es también un elemento crucial en el éxito de la transición de la niñez a la edad adulta. El conocimiento de nuevos fenómenos fisiológicos es la oportunidad de aprender por parte de los jóvenes, una forma de vida regida por la santidad que le acompañará toda su vida. Este tema debe ser abordado por los padres u otros adultos que le proporcionarán las respuestas a las muchas preguntas que los jóvenes preguntan. Con respecto a los adolescentes, la mejor manera de vivir el paso de la niñez a la adultez es rodearse de gente de confianza y no dejar preguntas sin respuesta. Encerrarse en sí mismo nunca ha sido una solución. Si los padres, por alguna razón, no pueden garantizar esto escuchando y proporcionando respuestas, es posible contactar con rabanim (o para las niñas) sus esposas.

Fuentes