Jeremías, de todos los profetas, fue el que tuvo que presenciar la destrucción actual del templo y el reino judío. Durante siglos, los profetas habían advertido de la calamidad que ocurriría si Israel continuaba alejándose de Di’s. Pero Jeremías fue el único en su trabajo cuando ocurrió. Como en lamentaciones (3 (1)) dice: “Yo soy el hombre que ha visto aflicción por la vara de Su ira.”