La calificación formal para ser un Rabino es pasar un examen en ciertas áreas de la ley judía, y así luego la persona recibe una Semija de un Rabino ya aprobado. Aunque hay una mínima norma, la cual es bastante elevada, es el hecho de que hay ciertamente semijot y semijot, algunas siendo más prestigiosas que otras. Por lo tanto, para un conocimiento formal se requirió, que nadie podría ser elegible para recibir un título de “Rabino” al menos que él mostrase que él era apasionado sobre su Judaísmo, y un verdadero ejemplo para los otros. Es interesante que muchos grandes Rabinos nunca obtuvieron una semija, y, a este nivel, no parece mucho molestarles. Necesitamos saber que alguien recibió si o no una semija donde no estamos seguro como evaluaron el conocimiento de la persona, y su observancia y practica del Judaísmo. No queremos personas caminando alrededor fingiendo esto. Pero alguien cuyo promedio de conocimiento y observancia es muy significativamente bajo este mínimo standard podría ser visto como un líder de la Torá en nuestros ojos y ser merecedor del nombre “Rabino”.