El “Shlá” famoso, o sea, Rav Ieshaia Horowitz que está enterrado en Tiberias, que es el compositor de “Las dos tablas de las ley”, escribe que, debemos callar en momentos de ira. ¿Por qué? Porque la palabra alimenta a las acciones. Cuando comenzamos a hablar sobre un tema y lo vamos desarrollando, empezamos a ver las cosas. En sí, esto despierta acciones. En consecuencia, vemos que el silencio es el arreglo para la ira. Si una persona está con ira, está enojada, lo esencial es que se mantenga callada porque mediante el análisis del tema que lo encoleriza puede llegar a la conclusión de que la irá del él es correcta, y eso va a hacer que esa misma ira sea mucho más drástica de lo que era antes.