Rabino Yosef Caro nació en Toledo, España en 1488 y murió en Safed, Israel en 1575. Como niño él huyó con su familia a Constantinopla, Turquía, debido a la Inquisición española y la expulsión de 1492. Desde Constantinopla se trasladó a Adrianópolis (Erdine), Turquía, entonces parece que pasó algún tiempo en Egipto antes de trasladarse finalmente a Safed en Israel alrededor de 1535. Su instrucción talmúdica temprana provino de su padre el rabino Efraim, su tío el rabino Yitzchak y mientras estuvo en Egipto del famoso rabino Yaakov bei Rav a cuyo Bet Din (Corte Judicial) se incorporó al llegar a Safed y más tarde asumió el control como líder a la muerte de rabino Yaacov. Este fue el más prominente Beit Din en el mundo en la época y su opinión fue buscada por todos.
Mientras aún residía en Turquía, rabino Yosef comenzó su comentario al Turim de rabi Iaacob ben Asher de Turim y trabajó en él durante aproximadamente 20 años. El Turim era una codificación de la ley judía, escrito a principios del siglo XIV y el comentario del rabino Yosef a cada sentencia en el Turim da pistas a su fuente talmúdica, cita a todas las otras opiniones relacionadas en cada fallo y concluye con una decisión judicial sobre la materia. Este comentario, completada en 1542, se llamó el Beit Yosef y fue publicado en Italia entre 1550 y 1559. Rabino Yosef entonces compiló una sinopsis y un índice titulado Shuljan Aruj (Venecia, 1565), en donde sólo las decisiones halájicas (legales) son citadas, desglosados en párrafos simples, sin referencia a la fuente y las razones detrás de las decisiones. El Shuljan Aruj llegó a ser aceptado en todo el mundo judío como el código oficial de la ley judía.
Aparte de su experiencia en la ley judía, también dedicó su tiempo a la comprensión de la Cábala, el lado místico del judaísmo. Fue un íntimo compañero y estudiante del famoso cabalista Rabino Shlomo Alkabetz. Hay una tradición que el rabino Yosef también tenía un instructor celestial llamado un Maggid – un ángel que se haría conocer sólo por su voz. Este Maggid al parecer enseñó al rabino Yosef interpretación cabalística y lo alentó en sus justos esfuerzos.
