Es una pregunta importante que no sólo se aplica a las fiestas de cumpleaños, sino también a una serie de cuestiones que nuestros hijos enfrentan una vida Torá.

Muchos shlujim se identifican con esta pregunta ya que ellos viven en lugares donde los únicos que cuidan el kashrut son ellos y deben instruir a la familia en cuanto a su comportamiento en los eventos que ocurren a su alrededor.

La respuesta corta es, por supuesto, que nuestros niños nunca deben comer alimentos que no es kosher. Mantener kosher no es algo que tratamos de hacer, sino una parte integrante de nuestra identidad como judíos. Nuestra esencia no cambia en base a las circunstancias, y tampoco debemos hacerlo en nuestro compromiso con la Torá. Ya sea que estemos de vacaciones en Hawai o asistir a una conferencia de negocios, kosher es kosher.
El mejor regalo que le puede dar a sus hijos es esta claridad acerca de quiénes son y lo que deberían ser sus prioridades.
La pregunta entonces se convierte en una práctica: cómo hacer frente a las invitaciones.
En nuestra situación, las familias saben que comemos solamente kosher, y que se extiende una invitación a nuestros hijos significa que van a hacer todo lo posible para acomodar. (¡Otra ventaja de identidad clara es que se hace evidente para los demás!)
Hoy en dia hay en casi todos lados comida tiendas kosher donde se puede comprar o podemos enviarles a nuestros hijos alimentos que son kosher que a ellos les gustan.
También además podemos obsequiar a nuestros hijos con algún paseo o llevarlos a algún restaurante kosher en premio por haber estado en un evento donde no podían comer todo lo que había allí por no ser kosher. Los niños lo entienden mucho mejor que los grandes y no dejan de disfrutar por ello. Siempre están dispuestos a cumplir con una mitzva sin tener que pensar demasiado en ello