Me identifico totalmente con tu desafío. Una razón por la que la Halajá (ley judía) dice que debemos repetir las mismas oraciones cada día, orar con un grupo, y orar tanto a una hora determinada y en un asiento conjunto, es ayudar a bloquear las distracciones. Las palabras familiares, ubicación y entorno espiritual (la sinagoga) nos ayudan a centrarnos en la razón por la que estamos orando y a Quien estamos orando. Pero si eso no es posible pruebe y rece en un rincón, lejos de otras personas y sonidos. Lea el sidur y trate de ser tan real como sea posible, como esencialmente puedas ser. Habla desde el corazón y no te preocupes si a veces tu mente vaga. Refrena tu mente, suavemente y recupera desde donde lo dejaste.