Algunas autoridades rabínicas sostienen que el pelo largo para un hombre que plantea una cuestión de “jatzitza” o separación entre el cuero cabelludo y tefillin (filacterias) que se usa durante los servicios de la mañana. Otros se refieren a la prohibición de Lo Silbash (travestismo). Sin embargo, otros rabinos plantean la posibilidad de que esto puede ser considerado como una costumbre de otras religiones. A pesar de todo esto, es difícil decir que está prohibido como lo encontramos en la Torá el concepto de ser nazareno que incluye el crecimiento del cabello. Algunos de los más grandes líderes judíos eran nazarenos, tales como Samuel y Sansón. No obstante, parece que los Sabios desalientan a los hombres el crecimiento de los cabellos largos, incluso para un propósito constructivo. El Talmud (Sota 10b) afirma que el cabello largo de Absalón le hizo rebelarse contra su padre, el rey David. El rabino Zadok de Lublin señala que a pesar de que lo hizo porque él era un santo nazareno, todavía le causó pecar. Oportunamente, su muerte fue causada por su pelo al quedar atrapado en un árbol.