En realidad, no es espalda sino ajorain, que quiere decir un aspecto de la revelación de Dios, pero donde ya hay ocultamiento. Por lo tanto, cuando se oye hablar de la espalda o la parte de atrás de Dios, no hay que tomarlo en forma literal; simplemente se trata de una parábola de la Torá o de los cabalistas, para explicar distintos grados de revelación; no es que alguien se esté ocultando como un ser humano que se oculta detrás de un árbol.