El verdadero maestro y guía responsable del judaísmo no enseña que imaginemos una llamita encima de una letra o invocar una palabra sagrada de la cual no tenemos ni podemos tener idea qué significa simplemente para sacar provecho de eso. Nos enseña que La búsqueda tiene que ser interna y personal, sincera y desinteresada, placentera y fatigosa, útil para uno mismo pero sobretodo para el Creador y Su Creación. El maestro y rabino es un guía del camino trayendo el conocimiento de Dios para descubrirLo dentro nuestro y en el universo, en nosotros mismos y en Su creación, para saber quienes somos, por qué y para qué estamos aquí, cuál es nuestra tarea y qué elementos tenemos para realizarla, Su finalidad e intención. En fin, se es o no se es. Y nada se opone a la teshuvá, el arrepentimiento del pasado y el retorno a la verdad.