Un conductor ve que sale humo de la tapa del motor y se detiene al costado del camino. No logra abrir la puerta, no puede salir y grita por todos lados que lo ayuden a salir. Se detiene una buena persona, saca su martillo especial para romper ventanas, rompe el parabrisas y saca al hombre que estaba atrapado. ¿Qué sucedió al final? No pasó nada, el motor no explotó, y además después se supo que la puerta del conductor se podía abrir de afuera, sólo estaba trabada de adentro. Viene al daian el conductor y pide que el que le rompió el parabrisas le pague el daño, porque tenía que haber probado abrir la puerta primero. ¿Qué dice la Torá sobre esto?