Influencia con humildad
¿Qué hará que el influyente centre su atención en el destinatario? Para este propósito, se requiere que en el alma del maestro-influyente esté firmemente “asumido” interiormente de que no es más que un conducto para la transferencia de los poderes que el Creador atesoró en él, y que el propósito de la influencia no es llevar a la autorrealización exterior propia. Solo cuando el consejero llega tener semejante ‘anulación’ y tiene humildad, o sea que piensa realmente en el destinatario, la autorrealización llega a ser algo anulado al objetivo principal que es la misión, y así aumentan sus posibilidades de tener éxito e influenciar.
Debe enfatizarse: estas palabras acerca de la ‘anulación’ y la humildad no significan que la práctica de la influencia será sin entusiasmo ni bríos, por el contrario, después de que la persona llega a la conclusión de que esta es la voluntad del Rebe y es su función y misión, la influencia en sí misma será con alegría por el mérito que se le ha concedido, aunque su base es el sentimiento de misión y “anulación”, y no para tener sentirse realizado y satisfecho.
La devoción absoluta a los receptores, de hecho, permitirá al mashpía revelar sus verdaderos poderes internos y Divinos, y luego descubrirá dentro de sí mismo el lugar completo y puro que no depende de las capas externas de la realidad y el entorno.
Y como concluye el Rebe en el artículo “Y David Mi Siervo” ya nombrado:
“La razón por la que el Rey Mashíaj es llamado por el nombre de David es que el atributo de David es la humildad y la autoanulación. Porque a pesar de que era rey, de todas maneras se llamaba a sí mismo pobre y carenciado. Y así también con el Rey Mashíaj, quien a pesar de que será completamente excelso, como está escrito sobre él que se posó en él el espíritu de Havaia, etc., y estudiará Torá junto con los patriarcas y Moshe Rabeinu la paz sea con ellos, de todas maneras estará en un estado de absoluta humildad y anulación estudiando con gente sencilla.
Y de acuerdo a lo que se sabe que todas las revelaciones futuras dependen de nuestras acciones y trabajo ahora, es comprensible que entre los asuntos que traen y aceleran la venida del Mesías está el estudio y diseminación de la Torá, la parte revelada de la Torá y la parte interior de la Torá, todos y cada uno, también las personas simples. Y que será de una manera humilde y con anulación. Por lo tanto la difusión no debe ser para el ascenso que se produce en el maestro y el difusor (“de mis alumnos aprendí más que de todo), sino para los destinatarios”.