En el judaísmo, y este es también el caso en hebreo moderno, los días de la semana no tienen nombres individuales, sino que se nombran según su cronología: el “primer día”, el “segundo día”, el “tercer día” etc. hasta que el “séptimo día”, que Di-s también llamó “Shabat”, en referencia a su cese de obrar. La invención de una semana laboral de siete días es de Di-s.
Shabat era un día observado por nuestros antepasados y sus descendientes. Incluso Moisés astutamente aconsejó a Faraón que dejara los trabajadores judíos tener un día libre para revitalizarse con la intención de que de ese modo pudieran observar el Shabat. Así Shabat es tan antigua como el mundo, y vemos que nunca ha habido una discrepancia acerca de qué día es Shabat, incluso teniendo en cuenta la extensión de la geografía judía.
Los lingüistas toman nota: sábado se llama “Sábado” en portugués, “Subbota” en ruso, y “Samedi” Francés, todos evocan la palabra judía “Shabat”
Desde una perspectiva histórica, el mundo occidental adoptó una semana de siete días bastante desde lejos, al final de la época del Imperio Romano. Se dieron cuenta de que su unidad meses fue más fácilmente dividido en semanas tamaño, un concepto que pidió prestado de sus vecinos judíos. Y así llegó a ser que el sábado fue el nombre que le dieron al séptimo día judío. De haberse dado al sábado algún otro apodo, se habría convertido en el nombre para el día que el pueblo judío celebra como Shabat.
Este ritmo natural es el que Di-s integrado en el mundo que Él creó en siete días. Según la tradición judía, el siete es el número relativo al orden natural del mundo. Hay siete notas musicales, siete Leyes de Noe para toda la humanidad, siete sefirot, los siete días de la celebración de bodas; siete días de duelo, las vacaciones de siete días de Sucot y Pesaj además de muchas más 7, por supuesto, los siete días de la semana. El mundo se ha programado con el número siete, por lo que todas las sociedades han aceptado universalmente este sistema.
Estamos a punto de entrar en el séptimo milenio desde la creación del mundo, y en ese momento se nos garantiza que ha logrado la redención con el Mesías. Este séptimo milenio será un Shabat permanente para toda la creación, cuando nos encontraremos verdadero descanso y paz en de Di-s Presencia. Podemos marcar el comienzo de esta era ya ahora.