Permisibilidad de un Jazán que odia a uno de los congregantes

El Beit Iosef (Oraj Jaim53) cita al Maharik que dado que las oraciones corresponden al temidin (sacrificios públicos diarios) que deben ser traídos de los fondos de la comunidad un jazán tiene que ser aceptable para todos los individuos de la comunidad. De esta manera uno no tiene un sheliaj (enviado) en contra de su voluntad. Basado en esto el Shulján Aruj (ORAJ JAIM 53:19) dice que la protesta de un individuo contra un jazán potencial antes de su nombramiento es aceptada. El Rama (ad loc.) agrega que se trata de un caso en el que el manifestante puede convencer a la dirección comunal de que tiene causa suficiente y que en general el odio entre las personas califica por lo tanto su inclinación a prevenir a la persona en cuestión tiene base.
Sin embargo Ajaronim distingue entre las fuentes antes mencionadas y nuestras aplicaciones modernas más comunes. El Maguen Avraham (53:20) y Mishna Berura (53:53) dicen que la lógica del Maharik se aplica cuando uno necesita confiar en el Jazán para cumplir con su obligación de oración por ejemplo cuando la gente escucharía la repetición del jazán de Shemone Esre en lugar de recitar la suya propia. Sin embargo hoy en día el jazán solo guía a la gente y proporciona la cantilación para partes de tefilá mientras que cada persona reza completamente por sí misma. En tales circunstancias volvemos a la regla regular de que la mayoría hace nombramientos para diversas tareas dentro de la comunidad sin dar a los individuos poder de veto.
Tenga en cuenta también que muchas de las calificaciones de un jazán(ver Oraj Jaim53) se refieren a la posición del jazán permanente del shul sinagoga luego se debe elegir a la persona más adecuada lo que puede excluir a uno con cualquier mancha grave. El Shuljan Aruj (ORAJ JAIM 53: 19-21) postula que la animosidad es razón para invalidar solo tal jazán pero no uno que servirá solo esporádicamente como él menciona no podemos tener descalificaciones que tienen el potencial de “no tener fin”.
Si bien no todos necesitan tener el privilegio especial de ser el jazán no es una cuestión simple avergonzar y privar a uno del honor de ser ocasionalmente el jazán en el shul que casi todos los que son capaces de dirigir servicios tienen. Si bien puede ser un individuo defectuoso (que no podemos juzgar desde aquí) muchas personas defectuosas dirigen los servicios la cuestión de no poder concentrarse no es un factor significativo por varias razones un individuo puede ser molestado por el rezo de otro y no es factible tener infinitas posibilidades de objeción.
Con respecto a tocar el shofar en Rosh Hashaná el asunto es menos claro en todos los elementos que nuestro caso difiere del clásico el shofar se asemeja al clásico el baal tokeaj permite a otros cumplir su mitzvá; no todos reciben el honor de ser el baal tokeaj; también se puede afirmar que cada año es un nuevo nombramiento (véase Haelef Leja Shlomo ORAJ JAIM 356). Por lo tanto si hay opciones viables para reemplazarlo con alguien que sea igualmente capaz pero que se lleve bien con todos es posible llevar el asunto ante el rabino / liderazgo local (ibíd.). Sin embargo no podemos insistir lo suficiente en que es mucho más apropiado esforzarse por reducir la tensión y desactivar la cuestión que tratar de eliminar a la persona y sin duda elevar el conflicto a niveles nuevos y más lamentables.