La Relación del hombre con un Dios ilimitado

En el principio Dios creó los Cielos y la Tierra. Dios se oculta en su Creación y puso al hombre para que la cuide y la trabaje. Pero más profundamente, el ser humano es un alma infinita dentro de un cuerpo, y ambos tienen la misión de preparar una morada para Dios en este mundo. Para eso le entregó al pueblo de Israel la Torá donde están las instrucciones para realizar la tarea que nos envió a hacer, cómo relacionarnos con Dios y el objetivo de la misión.
Puso en cada generación justos que nos guían y un líder para que nos lleve al camino que Hashem decide. En la medida en que seguimos esas instrucciones y tratamos de elevarnos y elevar a través de ellas a la creación, esa comunicación con Dios es más fluida y certera. En definitiva la infinitud de Hashem es revelada a cada una en la medida en que lo necesite y lo pueda recibir, desde el punto de vista del hombre no hay posibilidad de captar Su grandeza ni conocerlo por sus propios medios.