En la introducción del Zohar de Rav por Daniel Frich, el autor del Matok Midvash, está escrito el nombre del libro “Zohar” ha sido dado por los cielos (antes, se llamaba “Yerushalmi”).
El rabino Shimon Bar Iojai le pidió a Rabi Akiva que escribiera sus enseñanzas. Todavía hay muchas lecciones de otros estudiantes, pero el mundo no ha ameritado más que una pequeña parte, el resto aún está oculto hasta la llegada de Mashíaj muy pronto.
En el Sefer Seder Hadorot, está escrito que el Zohar que tenemos hoy fue encontrado por el Ramban (el Arizal dice que el Ramban fue un gran Mekubal y que todos sus escritos están repletos de Cábala oculta) junto a la cueva de Rabi Shimon Bar Iojai, quien lo envió a Cataluña, donde llegó a manos de Moshé de Leon, quien comenzó a divulgarlo.
El Jida en Shem Haguedolim escribe que fue encontrado por un rey no judío que lo envió al Vaticano. Las gentes del Vaticano no comprendieron nada de ahí, lo enviaron a los Sabios de Toledo.
Todo esto hace un montón de peregrinaciones para no tener más que una parte, pero, de todos modos, tal es la decisión de Di-s. Parece que todavía no somos capaces de concebir estos secretos ocultos.