En el Sefer Ietzirá está escrito que las 22 letras del alefbet, que forman el abecedario en hebreo, por la combinación,- no es simplemente que la combinación da nombres aleatorios, como se produce en los demás lenguajes del mundo, los 70 lenguajes de las naciones de los pueblos-, sino que el nombre mismo del objeto le da la vitalidad y la forma que tiene que tener, -nivel de existencia-, porque cada una de las letras es un recipiente de Luz infinita de Dios, y por eso cada una de ellas se llaman piedras, son los ladrillos, el Sefer Ietzirá dice:” dos piedras forman dos casas, tres piedras forman seis casas y así en adelante”, esa es la sabiduría de la combinatoria como se conoce en matemáticas. El Sefer Ietzirá nos explica que esas 22 letras al combinarse cada una forma un distinto portal, -un shaar-, que es una combinación de dos letras, que ese shaar un portal para que fluya la energía a esa cosa que se está formando. Para que esa cosa que se está formando exista, tiene que combinarse con otra letra más y formar el shoresh de la palabra, -la raíz-, que en general tiene tres letras, hay excepciones de 2, 4 ó 5 letras, pero en general, la generalidad de las palabras de la lengua hebrea, tiene 3 letras.
Si nosotros hacemos la combinación de 22 letras en dos lugares, de acuerdo a la matemática, tendría que ser 22 al cuadrado y sería 484. Esto se llama rala shearim, reis, lamed, alef, guematria 231.