El mar estaba allí, las aguas existían; en apariencia, no hubo nada nuevo, “simplemente” se abrieron las aguas; pero ¿cómo puede ser que esas aguas que tienden a bajar por su naturaleza, se irguieran como un muro al lado de cada una de las tribus que iban escapando de los egipcios que los perseguían? Dios hace existir las cosas y también hace existir la naturaleza que tienen esas cosas, es decir, la fuerza interior que les da las características propias. Respecto al Iam Suf, el Admur HaZaken compara las [aguas que se irguieron separando a las tribus de los egipcios] con un muro de piedra, pues la naturaleza de “un muro” es justamente la de crear una separación. Luego el [verdadero] milagro sería que el muro fluyera como el agua. Cuando Moshé tocó las aguas y dijo que se abrieran, aconteció un milagro, pero además habían asociados otros milagros, como la forma en que se abrieron las aguas, y el cambio de comportamiento de los elementos.
La naturaleza que Dios da a cada cosa que existe, también es creada constantemente algo de la nada. Podemos decir que las características naturales que tienen las cosas que conocemos, incluso las nuestras, lo son porque HaKadosh Baruj Hu hace que así lo sean constantemente a partir de la nada. Eso significa, que todos tenemos distinto comportamiento, tenemos una forma de pensar, una forma de sentir; tenemos nuestras costumbres, nuestros miedos, nuestros problemas y todas las cosas que consideramos como forma natural, incluso, aquellas maneras que adquirimos en el transcurso de nuestra vida y que se hicieron parte de nuestra propia naturaleza. HaKadosh Baruj Hu las está haciendo ser constantemente desde la nada, lo que trae el concepto de que nacemos constantemente a cada instante. Cuando decimos “nacer” no sólo hablamos del hecho de salir del vientre materno, a las células, a las moléculas, sino también al hecho de ser traídos de la nada a cada instante, al nacimiento de todas las fuerzas y vestimentas del alma: de nuestra alma, de nuestra mente, de nuestro inconsciente, de nuestros sentimientos y de todo nuestro comportamiento. Especialmente, esto implica en psicología que la persona tiene la capacidad, en general en forma oculta, de ser alguien diferente de forma instantánea.