Luego del entierro comienzan a regir para los siete parientes las leyes de luto. La ley judía estipula tres períodos sucesivos de luto, que van disminuyendo gradualmente de intensidad. Ellos son: Shivá, Shloshim y Avelut. Shivá comprende los siete primeros días de duelo; Shloshim abarca los primeros treinta días después de la muerte. El tercer período (Avelut), se extiende a los doce meses hebreos desde una muerte. La llegada de una festividad (Iom Tov) en el transcurso de los períodos de luto altera la cuenta normal de estas etapas. En caso de ser necesario, se debe consultar al respecto con una autoridad rabínica.